Noruega: Producirán cubitos de hielo con agua “100% pura” de glaciar formado antes de existir la contaminación

Si como afirman barmans y cocteleros, la calidad del agua del hielo utilizado para una preparación es fundamental en el gusto de la bebida, la iniciativa de la empresa noruega “Svaice” tiene un horizonte promisorio no solamente a nivel nórdico, sino incluso, mundial.

Así lo creen los empresarios noruegos que vienen de firmar sus primeros contratos con bares noruegos y con empresas de cruceros internacionales de lujo, para abastecerlos con cubitos de hielo de agua “100% pura y a toda prueba” en tanto, las napas heladas de las que se extraen tienen en el orden de los 1000 años de antigüedad.

Otras virtudes además de la pureza

Los empresarios aseguran que el hielo de este glaciar, situado dentro del Círculo Polar Ártico, no solamente tiene las mejores condiciones de pureza posibles de encontrar en el planeta, sino que son muchos más resistentes y compactos que los cubitos industriales. “Los cristales de hielo dentro del glaciar son mucho más grandes que los del agua congelada convencional”, aseguran, lo que demora mucho más el derretimiento dentro de una bebida en condiciones normales, permitiendo mejor enfriamiento con menor cantidad de agua disuelta en la preparación.

“Los cubitos de agua del glaciar, serán los más deseados y buscados en el mundo, por lo tanto, serán también los más caros”, afirman desde la compañía que espera vender hasta 22 millones de cubitos al año, la cantidad que el Gobierno de Noruega les ha autorizado a extraer anualmente.

“Podrás estar sentado en Dubái, Las Vegas, Mónaco o Singapur y que te sirvan una bebida con cubitos de hielo de Svartisen”, anunció un orgulloso Arve Knutsen,  del Gobierno de Nordland, una muy remota región noruega, donde la novedosa industria podría aportar además de puestos de trabajo, divisas y atractivo turístico.

La empresa no obstante ha entrado en litigio ya con los duros ambientalistas nórdicos que consideran un despilfarro energético extraer cubos de hielo y mantenerlos para exportarlos a países remotos. “No estamos destruyendo nada para las futuras generaciones porque el glaciar se está derritiendo solo y la cantidad de hielo que vamos a sacar es en realidad una taza de agua dentro del océano”, sentencian los empresarios.