Chile reabre caso por la muerte del presidente Eduardo Frei a quien agentes de Pinochet habrían envenenado

Dos agentes de la Central Nacional de Informaciones (CBI) del gobierno pinochetista, así como cuatro médicos que atendieron a Frei, en la clínica donde murió, en Santiago, están ya procesados. Luis Becerra Arancibia y Raúl Lillo Gutiérrez, fueron acusados de ser autores del asesinato de Frei y procesados involucrados por un “lento envenenamiento” que cometieron después que el ex mandatario fuera sometido a una intervención quirúrgica en una clínica de la capital trasandina. Los médicos Patricio Silva y Pedro Valdivia fueron inculpados como cómplices, y los doctores Helmar Rosenberg y Sergio González, como encubridores.

La reapertura del caso obedece a una petición de los que llevan adelante la querella, para que se interroguen nuevos testigos y se realicen diligencias no practicadas, según afirmaron.

Un crítico al que había que sacar del medio

Frei Montalva, padre de quien también fuera presidente chileno Eduardo Frei Ruiz Tagle (1994-2000), fue uno de los opositores más fuertes contra Pinochet en momentos en que su dictadura comenzaba a resquebrajarse en su imagen internacional.

Fundador del Partido Demócrata Cristiano, de Chile, había sido opositor al gobierno de Unidad Popular que lideraba Salvador Allende, pero tras el golpe de Estado se convirtió en figura principal de la oposición. Sin embargo su manifiesta oposición al plebiscito nacional de 1980 para aprobar una Constitución Política de la dictadura, le ganó el odio de la Junta Militar y las camarillas dictatoriales al mando. En ese marco logró llevar adelante la primera manifestación opositora pública, contra el régimen de Pinochet, llamada el “Caupolicanazo”- un multitudinario encuentro donde Frei Montalva exigió elecciones abiertas e inmediatas en su país. El resultado, favorable a los militares, fue duramente criticado en su legitimidad y limpieza por Frei y otros opositores.