Día Internacional del Niño por Nacer: se expande conmemoración iniciada como festividad
Numerosos Gobiernos, particularmente en América Latina, reconocen ya de forma oficial el Día Internacional del Niño por Nacer, fundamentada a favor del desarrollo de una cultura de la vida que asegure la promoción de la dignidad humana en todas las situaciones.
La jornada tiene su origen en el calendario cristiano que hace coincidir la fecha con la festividad de la Anunciación.
La celebración que se originó en Argentina, se expandió por América siendo El Salvador el primer país que en 1993, dio proclamación oficial a la fecha por resolución de la Asamblea Genera legislativa. Otros países siguieron esa línea, aunque la festividad sigue teniendo un fuerte componente religioso, en la mayoría de las naciones. Chile, Paraguay, México, Argentina, Ecuador, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana, Brasil y Guatemala, así como España, han incorporado en sus calendarios cívicos la fecha de forma oficial.
Casi todos los países realizan distintas marchas de corte procesional que recuerdan la fecha, y algunos también actos cívicos para comprometer a sus comunidades en mayor cuidado de los no nacidos en base a una mejor demografía nacional.
Con el trasfondo de la reducción de índices de mortalidad
La protección de los niños de todo el mundo que aún no han nacido y están en gestación, es la meta principal de la fecha, aún cuando existe un fuerte trasfondo para la protección de salud materno-infantil, intentando reducir los índices de mortalidad.
Para este 2015, la fecha toma un carácter particularmente atendible en un escenario de polémica en muchos países acerca de la interrupción voluntaria del embarazo. La necesidad sanitaria de abortos más seguros con garantías de asistencia médica adecuada, enfrenta a otros grupos de la sociedad que optan por descalificar totalmente la posibilidad de interrumpir el embarazo.
Los grupos que impulsan el aborto seguro, no se oponen a la conmemoración de la fecha, en el entendido que la misma puede ser referencia importante para el cuidado del aún no nacido durante sus nueve meses de gestación, pero manteniendo la libertad de la madre de decidir, dentro de plazos establecidos legalmente, su propio destino.
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