Masacre de estudiantes: Presidente promete justicia pero narcos lo desafían
El presidente de México comprometió que se hará justicia en el Estado de Guerrero, donde 43 estudiantes desaparecieron y varios ya fueron hallados calcinados en fosas comunes en la localidad de Iguala.
El mensaje presidencial no abundó en detalles y se limitó a endosar al Gabinete de Seguridad la investigación, mientras afirmaba que se mantendrá «informada a la población».
Por el caso está prófugo el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, vinculado al cartel de narcos que encabeza Beltrán Leyva, mientras permanecen detenidos 22 policías y soldados, además de algunos integrantes del grupo «Guerreros Unidos» que se atribuyó la matanza.
La gendarmería nacional ha tomado la ciudad de Iguala, donde nadie está libre de sospecha. Sin embargo los narcos han respondido ya a las autoridades colocando en medio de varias calles «narcomantas» con un mensaje claro: “Gobierno federal y estatal y a todos los que nos apoyaban: se les exige que liberen a los 22 policías que están detenidos. Les damos 24 horas para que los suelten, si no aténganse a las consecuencias. Empezaremos a poner nombres de la gente que nos apoyaba del gobierno… ya empezó la guerra atte: GU”.
Los cadáveres todavía sin identificar oficialmente
Mientras tanto la exhumación de cadáveres en las siete fosas halladas en las afueras de la ciudad, parece haber concluido pero las autoridades no han dado a conocer las identidades de los 28 cuerpos desenterrados, mientras los familiares de los estudiantes desaparecidos reclaman saber de quienes son los restos encontrados.
La investigación también es reservada, pero todo indica que la policía fue la que detuvo a los estudiantes, mató a algunos y entregó el resto a los sicarios del cartel, que estaba molesto porque los jóvenes estaban exigiendo respuestas al sistema político y causando alteraciones en un territorio dominado por el narco.
El Gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, anunció que los 81 alcaldes de la región y sus policías serán «investigados a fondo». Sin embargo el portavoz de los católicos locales, el sacerdote Alejandro Solalinde ha exigido en Twitter, la renuncia del gobernador por «corrupción, impunidad, represión y tragedia».
La situación en el estado más pobre de México es más que controvertida.El día que desaparecieron los estudiantes, el principal diario estatal «Diario de Guerrero» titulaba a portada entera: «Por fin se pone orden. La acción de la Fuerza Estatal y Militares (…) fue motivo de aplauso público«.
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