Buenos Aires pide a UNESCO declare “patrimonio” su costumbre de tomar café

“Esto se decidirá en 2014. Nosotros tendremos que enviar las aclaraciones que nos pidan y el año que viene se resolverá. El hábito social del café tiene que ver con la tertulia, la cultura, la literatura y la música», dijo Hernán Lombardi, ministro de Cultura del gobierno de la capital argentina, quien agregó que Buenos Aires ofrece variantes de sabores y lugares a tono con la diversidad socio-cultural y política de sus habitantes.

Un hábito que aumenta con el paso del tiempo

Más allá de los cafés más tradicionales de Buenos Aires, que constituyen verdaderos templos de la nostalgia y el esplendor en algunos casos, han abierto ahora sus preferencias a Starbucks, y otra serie de cadenas internacionales que dotan a la semilla tostada de distintos matices, preferencias locativas, e incluso asistentes, a la hora de compartir el café.

Sin embargo los porteños reclaman por una costumbre que deberán justificar frente a los mayores consumidores de café del mundo: los brasileños. Mientras que un argentino consumo un quilogramo por año, según cifras de la Cámara Argentina del Café, los brasileños beben casi el doble, y tampoco son los mayores consumidores del mundo: los estadounidenses, están a la cabeza.

El consumo mundial de café está en aumento constante con un récord máximo en 2011: 8,4 millones de toneladas en todo el planeta. El café se bebe en forma creciente a un ritmo de 2,4% más cada año.

El café figura también en la lista de las bebidas que complementan la alimentación saludable, junto a los cinco grupos básicos de alimentos para la buena salud (sustancias grasas, lácteos, carnes y huevos, frutas y verduras, almidones). Entre sus propiedades, el café de forma natural, mejora la concentración y contiene antioxidantes.