Mar del Plata prohíbe agrotóxicos por similar problema con el agua que Uruguay
La contaminación con agrotóxicos de la cuenca del arroyo Lobería, de la que se abastece el Partido de General Pueyrredón, y que afecta ya la salud de animales y humanos, intenta ser revertida por el Juzgado No10 de Mar del Plata, que prohibió el uso de agroquímicos en el área.
“Los agroquímicos al ser esparcidos en ambientes compartidos por humanos o animales, se convierten en agrotóxicos porque ingresan a los organismos a través de diferentes vías, quedan en el agua, o los distribuye el viento”, afirmó la resolución judicial. Si bien la causa debe continuar ahora su trámite administrativo, los vecinos consideraron un “fallo histórico para la ciudad de Mar del Plata”, lo resuelto por la Justicia.
Desde tiempo atrás los vecinos de al menos cuatro barrios de la ciudad venían denunciando empeoramiento en la calidad del agua, y las autoridades reconocieron que el fenómeno era atribuíble a la proximidad cada vez mayor de plantaciones, principalmente de soja, en los acuíferos del área.
En Uruguay, la Universidad estudia el tema
La Facultad de Ciencias de la UDELAR, encontró en las cuencas del río Santa Lucía las mismas floraciones que en los ríos Negro y Uruguay, debido al mismo tipo de exceso de nutrientes. En principio todo apunta a los trabajos con agroquímicos en la cuencas que han hecho proliferar las cianobacterias que preocupan a la población y a los técnicos.
De no controlarse la contaminación del agua, en un futuro próximo podrían detectarse toxinas en los acuíferos que comprometan su potabilidad, explicó el doctos en ciencias Biológicas Luis Aubriot, según declaraciones que publica el diario El Observador.
Desde OSE se ha pedido al Ministerio de Ganadería un monitoreo mayor y permanente sobre el uso excesivo de agroquímicos para que incremente los controles en las agroindustrias. El presidente de OSE Milton Machado, adelantó que habrá una intensificación en el trabajo de la Comisión de Cuencas para “crear un monitoreo que se ajuste a la realidad, con mayor coordinación y una supervisión más intensa del agua, plantaciones y fertilizantes que se usan: la tarea prioritaria es ser más estrictos con los controles”, concluyó.
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