Asad afirma que batalla en Siria apunta «al eje de resistencia» antiisraelí
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Ali Akbar Salehi, expresó este miércoles su apoyo «ilimitado» a Bashar al Asad en el conflicto sangriento que el presidente sirio asimila a una guerra contra «el eje de resistencia» antiisraelí.
Para los sirios, «el eje de resistencia» incluye a Siria, Irán y sus aliados de Hezbolá en Líbano y palestinos de Hamas y de la Yihad Islámica.
El canciller iraní subrayó ante Asad el «apoyo ilimitado» de Teherán a «los esfuerzos del Gobierno sirio para restablecer la seguridad y la estabilidad.
Poco antes, Ali Akbar Salehi dijo a la prensa que la solución de la crisis se encontraría «únicamente en el interior de la familia siria».
Salehi, quien también se reunió con su homólogo Walid Mualem, lamentó la ausencia de Arabia Saudí en la reunión del lunes en El Cairo del «grupo de contacto» regional sobre Siria (Irán, Egipto, Turquía y Arabia Saudí).
Durante esta reunión, el ministro iraní propuso el envío a Siria de observadores de cuatro países para tratar de ayudar a poner fin a la violencia. También «llamó a un cese simultáneo de las violencias en ambas partes, a una solución pacífica sin intervención extranjera y a una interrupción de la ayuda financiera y militar a la oposición siria», según IRNA.
Por su parte, Abdel Baset Sayda, jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición indicó en una declaración a la AFP haber «expresado sus reservas sobre la participación de Irán en el grupo de contacto» al jefe de la diplomacia catarí, Hamad ben Jasem Al Thani, con quien se reunió el martes en Doha.
Por otro lado, Arabia Saudí negó este miércoles cualquier intención de privar a los sirios de la peregrinación anual (Hajj) a La Meca, desmintiendo una información de la agencia oficial siria SANA sobre una falta de cooperación en este tema.
El ministro de Peregrinación está «completando las gestiones con las partes concernidas para permitir a los peregrinos sirios cumplir (el) ritual», declaró a la AFP Hatem Qadi, portavoz del ministerio.
Retirada de los rebeldes de los barrios del sur de Damasco
Sobre el terreno, el ejército bombardeó diversos barrios de Alepo, la gran metrópoli del norte, entre ellos Hanano, Al Chaar y Sajur, que dejaron «varios heridos», así como varias localidades de la provincia, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), que basándose en el testimonio de militantes, señaló un balance provisional de 68 muertos este miércoles en el país.
En Damasco, después de dos meses de enfrentamientos con las fuerzas del régimen, acompañadas de intensos bombardeos, combatientes rebeldes anunciaron su «retirada» de los barrios de Hajar al Aswad y Asali (sur), afirmó el OSDH.
La Comisión General de la Revolución Siria (CGRS), que organiza la movilización en el terreno, indicó que estas zonas y Qadam, también en el sur, estaban «siniestradas» y añadió que «el ejército del régimen y sus milicias (…) bombardearon las casas y los comercios desde el 15 de julio, empujando a la mayoría de los habitantes a huir».
«Más de 200 personas fueron asesinadas por las fuerzas del régimen desde comienzos de septiembre», según la CGRS.
Las fuerzas regulares bombardeaban también varias regiones de Deir Ezzor (este), Latakia (noroeste) y Homs (centro), según el OSDH.
En el norte del país, los rebeldes, que ya controlaban, al menos, tres de los siete puestos fronterizos con Turquía, se apoderaron este miércoles del de Tal al Abyad (sudeste), tras violentos combates con el ejército, según los medios turcos.
Ataques «a ciegas» contra los civiles
Los civiles, entre ellos numerosos niños, son las principales víctimas de los ataques «a ciegas» llevados a cabo por el ejército, denunció Amnistía Internacional en un comunicado.
Con la intensificación de la violencia, los secuestros de civiles se multiplican en Siria por motivos políticos pero sobre todo por dinero, afirman activistas y familiares de rehenes.
Entre 2.000 y 3.000 personas fueron secuestradas en Siria desde el comienzo de la revuelta en marzo de 2011 contra el régimen del presidente Bashar al Asad, según el OSDH.
Por su parte, Naciones Unidas investiga el maltrato a niños en Siria, tanto por parte de las fuerzas gubernamentales como por la oposición armada, indicó este miércoles la nueva representante especial de la ONU para los Niños en Conflictos Armados, Leila Zerrugui.
En una entrevista publicada este miércoles por el diario británico The Times, el general Adnan Silu, presentado como el exjefe del arsenal químico de Siria, que desertó hace tres meses, afirmó que las autoridades sirias preveían utilizar «como último recurso» armas químicas contra su población.
El ejército del Estado hebreo, que teme que las armas químicas de Damasco sean transferidas al Hezbolá chiita libanés, efectuó este miércoles un ejercicio sorpresa en la parte de la meseta del Golán siria ocupada por Israel.
Desde marzo de 2011, cuando comenzó la revuelta contra el régimen de Asad que se convirtió en enfrentamiento abierto, 27.000 personas murieron, según el OSDH. Naciones Unidas estima que el conflicto dejó unos 20.000 muertos y obligó a 250.000 personas a huir a países vecinos.
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