«No se juega con la educación ni la salud»

«Los recortes en la educación y la sanidad es lo último que podemos aguantar, la clase trabajadora. ¿Sin eso qué nos queda? Si no tenemos ni trabajo», se indigna Domingo Zamora, 60 años, empleado del sector público.

«Nos estan apretando hasta asfixiarnos», condena Pilar Logales, 60 años, empleado en una mutua de salud.

«Es criminal recortar la sanidad», «Pueblos de Europa, levantaos», «NO», podía leerse en las pancartas agitadas por los manifestantes bajo la lluvia.

La mayoría de los lemas iban acompañados por el dibujo de una tijera, símbolo de los recortes presupuestarios.

En Barcelona, unas 4.000 personas según los sindicatos y 700 según la guardia urbana se manifestaron para protestar por los mismos motivos con una concentración en la céntrica plaza Sant Jaume que concluyó sin incidentes.

«Es un saqueo»

«No es crisis, es intervención» y «No son reformas, es un saqueo» fueron los lemas de algunas de las pancartas que llevaban los contestatarios en la concentración en la que también participaron los partidos de izquierda con representación en el Parlament de Cataluña.

Entre ellos el secretario de los ecolocomunistas de ICV, Joan Herrera, quien instó a los partidos de izquierda en «unirse» para presentar un recurso de inconstitucionalidad contra el decreto del gobierno del PP, «que se carga el acceso universal de los españoles al sistema de salud».

José Luis Casanovas, 55 años, soldador, circula con dificultad entre los manifestantes con su bicicleta llevada de su mano: «soy autónomo pero estoy también para protestar contra estos recortes excesivos que no van a resolver la crisis… Creo que estamos demasiados cómodos y con la que está cayendo tendría que haber mucha más movilización», apunta.

«Yo no encuentro trabajo y mis padres también sufren porque ambos trabajan en salud pública y lo que ellos consiguieron en más de 30 años de lucha, ahora en un mes se lo ha cargado Rajoy»… lamenta Alba Sánchez, 30 años, licenciada en periodismo en busca de trabajo.

Metido en una carrera hacia la reducción del déficit, el gobierno conservador español adoptó el 20 de abril un plan de austeridad que atañe a los sectores muy sensibles de la sanidad y la educación, gestionados en España por las 17 comunidades autónomas.

El país cuenta así con generar un total de 10.000 millones de euros en economías por año.

España tiene doce meses para reducir más de tres puntos su déficit, de 8,51% a 5,3% del PIB, y ya anunció el presupuesto más austero de su historia, para recuperar 27.300 millones de euros.