Corrupción bajó en América Latina pero situación es dispar según países
El combate a la corrupción registró avances en los últimos años en América Latina pero la situación es dispar según los países y persisten los desafíos, estimó este viernes Francesca Recanatini, especialista senior de gobernabilidad del Banco Mundial (BM).
«Podemos observar avances. En el tema de los sobornos, de la coima, conocemos cuáles son los mecanismos, cómo se puede enfrentar y resolver, y en muchos países estamos viendo que está bajando», dijo a la AFP Recanatini, que llegó a Montevideo para participar en el Primer encuentro de órganos superiores de contralor de la corrupción en el Mercosur.
La especialista observó «un cambio muy significativo en la región en los últimos 15 años, en interés de hablar y de darse cuenta que (la corrupción) es un problema muy complejo».
«Es un cambio que vino a nivel internacional, también es un darse cuenta en todos los países que no se puede crecer sin un nivel de gobernabilidad mejor y hay que enfrentar el tema de la corrupción», explicó.
«Si todos empezamos a hablar de esto nos damos cuenta que el costo de la corrupción no es solamente el de pagar el soborno, es un costo social para el país, porque no puede crecer», enfatizó.
En el Mercosur, al igual que en las otras regiones del mundo, «hay países que están tomando el liderazgo para mejorar y hay otros que están todavía mirando a quienes toman el liderazgo y viendo cómo integrar esas iniciativas», evaluó, explicando que muchos países tienen además desafíos en otras áreas prioritarias, como la económica o la escolarización.
«En general se habla mucho en esta región y hay una capacidad de comprender cuáles son los temas. Hay desafíos económicos que a veces empujan hacia atrás este tema, pero hay un interés», destacó.
En ese sentido, destacó iniciativas que se están aplicando en Chile o Brasil, aunque «el tema de la corrupción es tan complejo que puede ser que en un país se estén haciendo iniciativas muy interesantes en un área pero no en otra», advirtió.
Por ejemplo, «en algunos países vemos una mejora en el tema de los sobornos pero en el tema de licitaciones públicas algunos paises pudieron mejorar y otros no. En el manejo de los fondos publicos tampoco estamos observando muchos avances», indicó Recanatini, quien precisó que si bien es útil observar la experiencia de otros países, ésta no puede importarse pasivamente, sino que cada gobierno debe aplicar su propia estrategia.
Para la especialista, quien enfatizó que crecimiento económico y corrupción no van de la mano, «todo tiene que ver con aumentar la transparencia y la rendición de cuentas, así el ciudadano sabe cuáles son sus derechos y el funcionario debe rendir cuentas de lo que está haciendo».
ONG’s activas
«Cuando empezamos a hablar de corrupción en 1995-1996 en el Banco Mundial, estaban solo los esfuerzos de Transparencia Internacional para ayudar a medir. Ahora hay muchas ONG que están haciendo estudios de todo el mundo», como Global Integrity, Open Budget, entre otras, además de iniciativas locales, aseguró.
«El tema es cuáles son los mecanismos para desarrollar y el nivel de compromiso político en el país para desarrollar una estrategia», añadió.
Recanatini sostiene que hay que dejar de hablar a un nivel muy abstracto. «Para mejorar la gobernabilidad y disminuir la corrupción se necesita un enfoque de mediano y largo plazo. Primero se necesita un compromiso político de alto nivel, segundo, involucrar a todos los ciudadanos, los empresarios, los funcionarios», explicó.
En ese sentido, la funcionaria del BM enfatizó que la capacitación no empieza con los adultos sino con los niños en edad escolar.
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