Sobornos pagados por la cadena estadounidense Wal-Mart son práctica habitual y generalizada en México
Wal-Mart volvió a acaparar la atención luego de que el fin de semana pasado el diario The New York Times denunciara que la firma estadounidense pagó sobornos por más de 24 millones de dólares para obtener permisos de construcción de tiendas en México.
El miércoles el presidente Felipe Calderón consideró «indignante» el caso. «No se vale, es hacer negocio a base de mordidas» (sobornos), dijo el mandatario durante una gira por Estados Unidos.
«Desgraciadamente en el país hay una cultura de la corrupción debido a una escasa regulación institucional y empresarial, y el tema de Wal-Mart es solo una muestra», dijo Ulises Flores, de la Falcultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en México.
Tras las denuncias en Estados Unidos, autoridades judiciales del país y la Secretaría mexicana de la Función Pública anunciaron el inicio de investigaciones.
La cadena estadounidense Wal-Mart tuvo en los últimos doce años una llamativa expansión en México al pasar de 400 locales en 2000 a más de 2.270 el año pasado, según cifras de la compañía.
«Los permisos para obtener terrenos para las tiendas corresponden a autoridades estatales, y los funcionarios encargados de otorgarlos son de bajo nivel, así que si una empresa extranjera llega con unos cuantos miles de pesos, la probabilidad de que cometan un acto de corrupción es alta», añadió Flores.
La firma opera en México varias marcas locales, además de varias cadenas de supermercados (WalMart, Superama y Bodegas Aurrera), posee la cadena de tiendas de ropas Suburbia, los restaurantes Vips y un banco.
Todos dan, todos toman
En 2004 abrió una tienda Aurrera cerca de las pirámides de Teotihuacán (centro), pese a la fuerte resistencia de antropólogos, que señalaban que el local comercial se ubicaba en una zona protegida.
En ese época también habitantes de ese lugar reclamaron porque mientras la cadena comercial pudo abrir el local a ellos no se les permitía ampliar sus humildes casas o pequeños locales comerciales.
El diario La Jornada, citando al entonces alcalde de Teotihuacan Guillermo Rodríguez, señaló que para acallar las protestas Wal-Mart entregó donaciones de 50.000 dólares a representantes de organizaciones locales y ofreció plazas para empleo local.
Con más de 234.000 empleados la cadena es uno de los principales empleadores privados en México y tiene casi cuatro veces más locales que su inmediato competidor: la cadena Soriana.
«Esto habla del nivel de concentración, de monopolización que hay en el país», dijo a la AFP, Jesús Valdés, del Centro de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana. «Ésta concentración es generadora de acciones de corrupción», agregó.
En México existen 5,1 millones de empresas, de las cuales sólo un 0,2% controlan casi el 50% del PIB, dijo Valdés.
En 2010 la corrupción empresarial «le costó a México pérdidas que representaron alrededor del 9% del PIB», prosiguió citando cifras del Foro Económico Mundial.
Según la última evaluación sobre corrupción de Transparencia Internacional de 2011, México se ubica en el lugar número 100 de 180 naciones.
Un caso similar de corrupción por parte de firmas estadounidenses a empresas en México se registró en marzo cuando la firma BizJet admitió que pagó a policías y funcionarios mexicanos, incluso de la presidencia, para ganar contratos por 20 millones de dólares para mantenimiento de aeronaves.
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