Oleada de atracos en farmacias de Canadá tras suspensión de un analgésico opioide
La interrupción de la producción del analgésico OxyContin en Canadá ha provocado una explosión del número de atracos a farmacias por parte de toxicómanos y traficantes que buscan las últimas reservas, anunció la policía y especialistas en salud pública.
La empresa farmacéutica Purdue Pharma anunció el pasado mes de noviembre que en marzo dejaría de producir OxyContin en Canadá, un medicamento vendido unicamente con receta médica y destinado a eliminar fuertes dolores. Esnifado o inyectado, el fármaco provoca una euforia inmediata.
Desde el anuncio, traficantes de droga y toxicómanos multiplican los atracos a farmacias o empiezan a utilizar sustancias que pueden llegar a ser mortales.
En la capital federal Ottawa se han registrado 38 ataques contra farmacias en lo que va de año, prácticamente el mismo número que en todo 2011.
«Hemos notado un claro aumento de los robos desde noviembre», cuando empezaron a disminuir las reservas de OxyContin, afirmó el sargento de policía Mike Haarsbosch.
A pesar de que el fármaco ha dejado de ser prescripto por los médicos, algunos farmacéuticos tienen todavía pequeñas cantidades en su reserva. Esta semana un hombre de 22 años fue procesado por una serie de robos, algunos cometidos en farmacias de Ottawa.
«Las personas que comenten estos robos lo hacen para satisfacer su propia adicción o para vender los medicamentos en la calle», explicó Haarbosch.
Las clínicas de desintoxicación se han visto desbordadas por el número creciente de demandas de admisión, ya que algunos toxicómanos han visto la prohibición como una posibilidad de librarse de su adicción.
La desintoxicación del OxyContin provoca síntomas como perturbaciones del sueño, temblores, diarrea, dolores de cabeza y ansiedad. La reincidencia es frecuente.
«La gran incógnita es si la oferta ha bajado en la calle, cuánta gente ahora busca otras sustancias y qué va a pasar en las próximas semanas», subraya la doctora Rita Shahin, de la salud pública de Toronto.
«Las sobredosis son una gran preocupación para los consumidores que ahora utilizan otras sustancias, en particular el Fentanyl porque es un medicamento mucho más fuerte que el OxyContin y es muy difícil determinar la dosis inyectable», asegura el doctor Shahin a AFP.
Cerca de 2% de la población de Ontario, lo que equivale a 250.000 personas, declararon el año pasado utilizar opiáceos por razones extramédicas, explica esta responsable de salud pública.
La dependencia de los analgésicos con prescripción médica es particularmente importante en las reservas de población autóctona de la provincia, donde hay pocas clínicas de desintoxicación.
En Cat Lake, localidad al noroeste de Ontario, un grupo de escolares escribió una carta a sus padres para llamarles la atención sobre el problema: «Esto nos hace daño, a nosotros a la abuela y al abuelo, cuando toman drogas y no están en casa». AFP
Referencia Wikipedia:
A partir de la introducción de OxyContin en 1995 empezaron a darse casos de abuso. Al contrario que el Percocet, cuyo potencial de abuso se ve limitado por la presencia de paracetamol, el OxyContin contiene únicamente oxicodona y excipientes. Algunos consumidores trituraban los comprimidos de OxyContin para evitar el mecanismo de liberación sostenida y los reducían a polvo, administrándoselos por vía intranasal, intravenosa, intramuscular o subcutánea, o incluso por vía rectal para facilitar su rápida absorción en el organismo. La gran mayoría de muertes relacionadas con la oxicodona se han atribuido a la ingestión de cantidades relativamente elevadas de la droga junto a otras sustancias depresoras del sistema nervioso central como el alcohol o algunas benzodiacepinas. Así, mientras que dosis elevadas de oxicodona pueden ser letales para alguien que no sea adicto o haya desarrollado tolerancia, no es lo más común.
Se creyó en su momento que los opioides «de combinación» (aquellos preparados que contienen otros ingredientes no opiáceos) eran menos susceptibles de abuso, por ejemplo cuando se usa en combinación con el paracetamol. En este caso, un consumo elevado es susceptible de producir daños hepáticos severos y molestias estomacales. De todas formas, se ha demostrado que los que buscan el «subidón» producido por la oxicodona no se frenan ante las perspectivas de sufrir daño hepático o estomacal. Los adictos descubrieron rápidamente que existían métodos fáciles para separar el principio activo de los excipientes, por ejemplo mediante extracción en agua fría, extracción que es posible debido a la gran diferencia de solubilidades de los alcaloides y los analgésicos en agua. Una estrategia parecida, usada por el gobierno canadiense, les llevó a distribuir la metadona en combinación con Tang, una bebida refrescante en polvo, pero aun así se dieron casos de abuso.
La oxicodona tiene efectos similares a la heroína y la morfina, y tiene una tipología de abuso parecida. Se han dado casos de atracos a farmacias donde el atracador se llevó únicamente OxyContin, el medicamento que contiene únicamente oxicodona como analgésico. En zonas como el este de EE.UU., el OxyContin ha sido la droga que más ha preocupado a las autoridades policiales.
Debido a que está regulada, adquiere precios elevados en el mercado negro. El precio en Washington, por ejemplo, ha llegado a ser de 50 centavos a un dólar por miligramo, siendo por tanto de 30 a 60 veces más caro que el oro .
Al igual que otros opioides, la oxicodona puede ser letal si su uso se da en combinación con sustancias depresoras del sistema nervioso central, como el alcohol. Se han hecho públicos casos de muertes por esta circunstancia.
El 10 de octubre de 2003, el locutor radiofónico estadounidense Rush Limbaugh hizo pública su adicción a los analgésicos opioides, entre ellos la oxicodona, y anunció su intención de someterse a una terapia de desintoxicación. También en 2003, la actriz y cantante Courtney Love fue detenida por posesión de OxyContin. En agosto de 2005, algunas personas en Miami (Florida) fueron detenidas por haber sido partícipes de una red de tráfico de oxicodona, la cual habían obtenido mediante recetas médicas falsificadas. Fueron declarados culpables por las autoridades y condenados a penas de hasta 20 años.
Diversos medios de comunicación basados en testimonios, aseguraron que un abuso en el uso de esta sustancia fue lo que acabó con la vida del artista Michael Jackson el 25 de junio de 2009.
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