Gobierno argentino: «Pagaremos por YPF lo que vale, no lo que ellos quieran»
«Los números que se mencionan en España sobre el valor de la compañía van a ser revisados a medida que vayamos conociendo los vericuetos y la información secreta que la empresa manejaba», dijo al Parlamento de la Nación, el viceministro de Economía Axel Kicillof, también uno de los interventores designados para la compañía estatizada.
«El señor Brufau (director de Repsol-YPF) dice que el 51% de la empresa vale 10.000 millones de dólares, pero vamos a ver cuanto vale» anunció el subsecretario de Estado, recordando que cuando el Tribunal de Tasación evalúe el precio de las acciones, deberá tener en cuenta la deuda financiera de la empresa así como los llamados pasivos ambientales.
«El medio ambiente no se rifa y tiene precio. Tendrán que pagar por supuestos daños ambientales», agregó Julio De Vido, ministro de Planificación del gobierno.
Durante dos horas y media el equipo de gobierno e interventores explicó a los legisladores del oficialismo y la oposición, lo que se ha encontrado hasta el momento, todo lo que encamina a la definición que la petrolera se había convertido en una empresa más dentro de un grupo transnacional, en el cual YPF fue usado para financiar la expansión comercial y financiera del complejo.
Mientras esto ocurría las acciones de YPF en la bolsa argentina volvieron de caer, esta vez en un 7%. Como contrapartida la empresa anunció oficialmente que ya incrementó la extracción de crudo en un 5% y que se propone hacer otro tanto a partir del mes próximo.
La visión política
Más allá de las irregularidades que la interventora asegura encontrar a cada paso dentro de la empresa a la que ya está acusando de haber sido vaciada por los ejecutivos españoles a cargo, el gobierno ya pautó su visión política de la cuestión a través del ministro De Vido. «El gobierno quiere una YPF pujante y no tonta, boba, ni autista. Tiene que ser una herramienta estratégica para la futura economía del país».
Según los números presentados ante el Congreso, la producción total de petróleo de Argentina, cayó entre 1998 y 2011, unos 15,9 millones de metros cúbicos de los cuales 8,6 millones fueron responsabilidad de Repsol. La compañía fue responsable de la caída del 54% en la producción de crudo y del 97% de caída en la producción de gas. En el mismo año, Argentina tuvo que importar combustibles por más de 9.000 millones de dólares, lo que llevó a la presidenta Cristina Fernández a acusar a los directivos de Repsol-YPF de boicotear la producción local de hidrocarburos.
Ahora el gobierno se propone una investigación «pozo por pozo» de los yacimientos que explotaba la compañía, para evaluar desde los números que manejaban para pagar sus impuestos hasta los daños ambientales que, en casos como el de Mendoza, son catalogados como «desastre de infraestructura».
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