«Sí lo haría de nuevo» dijo el homicida de 77 personas en Noruega
«Actué en una situación de urgencia, en nombre de mi pueblo, de mi cultura y de mi país. Y por lo tanto pido ser liberado», dijo el hombre que negó estar arrepentido. Ante la consulta expresa de la jueza, afirmó: «Si lo haría de nuevo».
«Una pequeña barbarie es totalmente necesaria para impedir una barbarie mucho más grande«, agregó en su declaración.
El abogado Geir Lippestad, había advertido con anterioridad a la jueza y a la opinión pública que las afirmaciones de su defendido podían ser «difíciles de tolerar».
La magistrada habría llegado a un acuerdo con el acusado, en el sentido que éste limitaría su retórica para evitar nuevos giros de reclamo público, como han efectuado los pacíficos noruegos ante los tribunales, además de encendidos reclamos en los medios para que se condene sin más al acusado.
En varios momentos de esta etapa del juicio la magistrada Elizabeth Arntzen debió interrumpir la declaración del reo, para recordarle su compromiso.
«Ser diabólico y ser violento»
«Las personas que me llaman diabólico, confunden entre ser diabólico y ser violento», había dicho el acusado, antes de concluir una reflexión que hizo a la jueza llamarle al orden: «Pasar el prisión el resto de mi vida, o morir como un martir por el pueblo es el honor más alto… es un deber. Si hay alguien diabólico son los socialdemócratas y los marxistas que quieren transformar el país en una sociedad multicultural sin consultar con la población.»
El asesino volvió a mencionar en el juicio la existencia de otras células unipersonales de un presunta orden llamada «los Caballeros Templarios», de quienes dijo, son unas pocas personas en toda Europa, que trabajan a nivel individual y que él personalmente, está solamente en contacto con otras dos células.
La Policía sin embargo ha hecho las máximas indagatorias para encontrar alguna pista que los lleve ante los Caballeros Templarios, pero de momento han llegado a la conclusión que se trata de una estratagema del acusado, o simplemente una invención, cuyos fines no alcanzan a ver.
En la semana próxima el acusado volverá a los tribunales para seguir respondiendo por la muerte de ocho personas en el centro de Oslo, donde hizo estallar un artefacto explosivo, así como la matanza de 69 jóvenes que participaban de un mitin político en la isla de Utoya, donde los baleó tras llegar al lugar disfrazado de policía.
Compartí tu opinión con toda la comunidad