Fotógrafo de AFP gana primer Pulitzer de la agencia con amarga foto en Kabul
La agencia de noticias AFP ganó su primer Pulitzer el lunes al recibir el premio por la «fotografía noticiosa de última hora» entregado al fotógrafo afgano Masud Hoseini, autor de la desoladora imagen de una niña que grita horrorizada tras de un ataque suicida en Kabul.
Hoseini, de 30 años, recibió el Pulitzer -el «Oscar» del periodismo en Estados Unidos- «por su descorazonadora imagen de una niña llorando de miedo tras un ataque suicida con bomba en un templo abarrotado de gente en Kabul», anunció el comité que entrega el premio en Nueva York.
La fotografía de la niña afgana, de pie sobre una pila de cuerpos, capturó la devastación del momento inmediatamente después del ataque de un suicida con bomba durante una procesión chiita a un templo lleno de fieles.
En 2011, en febrero, la foto ya había ganado el segundo premio en la categoría «Información» del concurso World Press Photo Award.
Tras esta nueva distinción Masud Hoseini se manifestó «extremadamente feliz de ser el primer afgano en ganar un Pulitzer».
«Estoy también honrado de ser un afgano que pudo testimoniar la vida y momentos difíciles que enfrenta la gente aquí. Sé que cualquiera que vea esta foto va a pensar primero en el fotógrafo, pero realmente espero que no olviden el sufrimiento de la gente de Afganistán»
Hoseini recordó el momento en que capturó la imagen premiada: «estaba cubriendo las celebraciones de la Ashura, durante las cuales los hombres se flagelan con cadenas (que acaban en láminas filosas), cuando de repente hubo una explosión enorme», dijo.
En un mensaje de felicitaciones el presidente de la Agencia France Presse (AFP), Emmanuel Hoog, estimó que este premio «muestra hasta qué punto la exigencia de calidad y de compromiso» de la agencia «cubre y debe cubrir todas las disciplinas del talento periodístico».
La imagen es todo
«Hoy en día, en el campo de la información, el texto sin imágenes es pobre, la imagen sin texto es insuficiente. La unión de ambos -con imágenes fijas o animadas- constituye la exigencia periodística del siglo XXI», agregó.
«Bravo y felicitaciones a Masud Hoseini», dijo.
Hoseini, quien comenzó a trabajar para AFP en 2007, estaba a pocos metros del lugar en que estalló la bomba el 6 de diciembre del año pasado y que causó la muerte de al menos 70 personas.
En una entrevista que dio el fotógrafo poco después a la propia AFP, Hoseini relató lo sucedido.
«Estaba mirando mi cámara cuando de repente se escuchó la explosión», dijo. «Por un momento no entendí nada, sólo sentí la ola de la explosión como un dolor en el cuerpo. Me caí al piso».
«Vi a todo el mundo corriendo, alejándose del humo. Me senté y vi que mi mano sangraba, pero no sentía dolor».
«Mi trabajo es saber lo que está pasando, así que corrí en el sentido contrario al que corría todo el mundo», continuó Hoseini. «Cuando se disipó el humo, vi que estaba en el medio de un círculo de cadáveres».
«Sólo atiné a llorar y a sacar fotos a mi alrededor».
«No ayudé a nadie porque no podía, realmente estaba en ‘shock’. Sabía que tenía que cubrir eso, registrarlo todo, todo el dolor, la gente corriendo, llorando, golpeándose el pecho, gritando: ‘Muerte a Al Qaida, muerte al Talibán'».
Luego miró hacia la derecha y vio a una niña, Tarana Akbari, de entre 10 y 12 años. Gritaba de terror con la ropa manchada de sangre y las manos abiertas en señal de impotencia y desesperación. Estaba rodeada de montones de cuerpos.
«Cuando Tarana vio lo que le había ocurrido a sus hermanos, primos, tíos, madre, abuela, a todos a su alrededor, sólo podía gritar».
«Hizo muchas cosas, pero si se ven mis fotos, está siempre gritando. Esta horrorizada reacción fue lo que quise capturar», dijo el fotógrafo.
La propia Tarana, quien fue luego encontrada por periodistas de AFP, relató a la agencia: «Cuando pude levantarme, vi a todos alrededor de mí, tirados en el suelo, cubiertos de sangre. Estaba muy, muy aterrorizada».
En la entrevista que dio el 12 de diciembre, la niña afgana recordó el día que fue con otros 16 familiares a ver las manifestaciones del Ashura, una de las fiestas sagradas chiitas, culto que profesa su familia. Se había puesto su mejor vestido, de un verde brillante.
Tarana (‘melodía’ en persa) fue ligeramente herida en una pierna. Siete personas de su familia murieron, incluido su hermano pequeño Shoaib, de siete años. Su madre y sus hermanas Sunita, de 15 años, y Sweeta, de cuatro, resultaron heridas. El padre no estaba en el lugar.
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