Venezuela

A 10 años del golpe frustrado, Chávez conmemora su regreso triunfal al poder

Foto: AFP

Chávez anunció que participará en los actos conmemorativos de los hechos sucedidos entre el 11 y 13 de abril de 2002 que marcaron un antes y un después en la vida política de Venezuela y supusieron, según el presidente, el arranque de su «revolución socialista».

A su vuelta el miércoles a Caracas, tras someterse en La Habana a un tercer ciclo de radioterapia contra una recurrencia del cáncer diagnosticado en 2011, Chávez rindió tributo «al pueblo y a las Fuerzas Armadas» cuya lealtad, dijo, permitió su regreso al poder menos de 48 horas después de sufrir el golpe de Estado.

«El imperio y la burguesía en el 2002 lograron que se conjugara la ecuación perfecta: La unión cívico-militar«, afirmó en la madrugada Chávez, para quien el pueblo fue sometido a una «tremenda prueba» en esos días.

Chávez, de 57 años, homenajeó a quienes en aquella ocasión «perdieron su vida para salvar la de este soldado» y exhortó a estar «alerta» ante supuestos planes de la oposición de desestabilizar de nuevo el país, antes de los comicios presidenciales del 7 de octubre en los que aspira a su segunda reelección.

Los hechos de abril de 2002 polarizaron la sociedad venezolana entre quienes ven a Chávez como a un benefactor para las clases populares y quienes estiman que está llevando al país petrolero por el camino del autoritarismo.

El golpe frustrado es «para Caracas lo que fue para La Habana la invasión de Bahía de Cochinos. Victimizó a Chávez y legitimó su posición de combate contra la burguesía y el imperio encarnado en Estados Unidos», dijo a la AFP el sociólogo Tulio Hernández.

Los hechos

El 11 de abril, cientos de miles de opositores, descontentos con las políticas del gobierno, marcharon hacia el palacio de Miraflores para exigir la renuncia del ex militar, en el poder desde 1999.

La manifestación, que había sido convocada por la Confederación de Trabajadores de de Venezuela (CTV), principal central obrera del país, y Fedecámaras, la patronal más importante, acabó en forma violenta con un saldo de 19 muertos y un centenar de heridos.

En la noche del 11 al 12 de abril, los jefes militares retiraron el apoyo al presidente y anunciaron por televisión que Chávez había renunciado al cargo.

El 12 de abril, el empresario y presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, juró como presidente y disolvió los poderes del Estado. Pero un días después, militares leales se pronunciaron a favor de Chávez, estallaron manifestaciones populares y los militares desconocieron a Carmona.

Chávez regresó entonces triunfalmente en un helicóptero a Miraflores, recibido por una muchedumbre en delirio, desde la isla caribeña de la Orchila, donde estaba prisionero.

Después de esos hechos, el chavismo logró copar las instituciones del Estado, y la oposición, que había encajado una derrota aplastante, decidió en 2005 boicotear las elecciones legislativas, entregando todo el poder legislativo al presidente.

Una década más tarde, Chávez hace frente a un cáncer cuya gravedad se desconoce y al fortalecimiento de la oposición, unida detrás del gobernador Henrique Capriles Radonski para los comicios de octubre.

El líder venezolano ha reconocido que los meses que quedan hasta las elecciones van a ser duros; en una emotiva plegaria el jueves de Pascua en una misa por su salud pidió «vida» porque, dijo, todavía le quedan «cosas por hacer».

Chávez debe someterse todavía en las próximas dos semanas a sendas sesiones de radioterapia en Cuba.

No obstante, antes de partir a La Habana podría viajar a Cartagena (Colombia) para asistir a la inauguración de la Cumbre de las Américas si su salud se lo permite, según el gobierno anfitrión. AFP

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