Piloto corría gritando: “Nos van a derribar! Nos van a derribar! Recen al Señor!”, por los pasillos del avión
En el aeropuerto de Nueva York nada anticipaba que algo realmente complejo estaría ocurriendo apenas un rato después y los pasajeros tras los controles de rigor se prepararon a viajar a Las Vegas, en su mayoría anticipando unos días de vacaciones muy disfrutables.
Luego de un rato de vuelo sin novedades, el piloto salió de la cabina rumbo a la cola del avión, lo que en nada preocupó a nadie. Sin embargo algunos instantes después el oficial comenzó a decir algunas incoherencias acerca de Al Qaeda y “despotricaba contra Afganistán” según algunos pasajeros testigos.
De inmediato habló de terroristas, de que iban a ser derribados, y cuando dijo que había una bomba en el avión, la cosa se puso tremenda en cuestión de segundos.
Mientras los pasajeros más cercanos al hombre se miraban atónitos pero aún sin asumir reacción, el piloto salió corriendo hacia la cabina de mando al grito de: “nos van a derribar! recen al Señor!”.
¡Qué compañía!
Cuando el capitán “aparentemente furioso”, según otro testigo, la emprendió a puñetazos contra la puerta de la cabina al grito de “dame los códigos!”, el copiloto no abrió la puerta, alertado desde el área de cola por una azafata que advertía la extrañísima conducta del capitán.
Cuatro pasajeros, ya descreídos de todo, se avalanzaron sobre el piloto lo derribaron al piso y así lo tuvieron a pedido de otra azafata, hasta que el avión, gracias a otro piloto que de licencia viajaba en el avión, aterrizó de emergencia en el aeropuerto de Amarillo, en Texas.
El capitán fue internado en un centro médico local dijeron las autoridades. La compañía cuyo lema es: “nuestros estandards superan los extras de las demás”, sin hacer ostentación de lo real de su publicidad, se llamó a silencio.
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