Benedicto XVI: “Llevo en mi corazón las justas aspiraciones de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren”
El papa Benedicto XVI dijo este lunes en Cuba que lleva en su corazón «las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos», en un país donde en ausencia de toda oposición legal la Iglesia católica busca reforzar su papel de interlocutor privilegiado del régimen comunista.
El Papa llegó en la tarde desde México al aeropuerto de Santiago de Cuba, sureste de la isla, donde fue recibido por el presidente Raúl Castro y la jerarquía católica cubana, encabezada por el cardenal Jaime Ortega y el arzobispo de la zona, Dionisio García.
«Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías, sus preocupaciones y anhelos más nobles, y de modo especial de los jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los pobres y necesitados», dijo el Papa.
Horas antes de su llegada, la oposición denunció al menos 150 arrestos para impedir protestas durante la visita papal.
«Vengo a Cuba como peregrino de la caridad, para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza, que nace de la presencia del amor de Dios en nuestras vidas», declaró el Papa en la ceremonia de bienvenida.
El presidente Raúl Castro dijo al pontífice que «Cuba lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia» tras saloudarlo con un apretón de manos y una reverencia al pie de la escalera del avión.
El presidente destacó que el Papa encontrará en Cuba a un pueblo «solidario e instruido», que lucha por su independencia, la justicia y la libertad.
El papa alemán ofició su primera misa en la isla en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, donde unas 200.000 personas –entre ellas católicos, santeros, ateos y comunistas– desafiaron el calor de la tarde y una lluvia en la noche para escuchar su llamado a construir «una sociedad abierta y renovada».
Deseo hacer un llamado para que den nuevo vigor a su fe, para que vivan de Cristo y para Cristo, y con las armas de la paz, el perdón y la comprensión, luchen para construir una sociedad abierta y renovada, una sociedad mejor, más digna del hombre», dijo el Papa en la misa, a la que asistió Raúl Castro, vestido de guayabera, así como otros altos dirigentes cubanos.
Benedicto XVI también pidió en su homilía defender al matrimonio y la familia como «célula fundamental de la sociedad» y llamó a «acoger la vida humana», en especial «la más indefensa y necesitada», en una aparente crítica al aborto, que es legal en Cuba desde los primeros tiempos del régimen comunista.
«Marxismo, obsoleto»
El viernes, en el avión que lo llevaba a México, el Papa había afirmado que la ideología marxista «tal como había sido concebida, no responde ya a la realidad» y «conviene hallar nuevos modelos». Sin embargo, tanto los obispos cubanos como las autoridades desestimaron que sus dichos afectaran la visita, que se prolongará hasta el miércoles.
El Papa dijo a su llegada que le pedirá a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, cuya imágen fue hallada hace 400 años, «su intercesión para que guíe los destinos de esta amada nación por los caminos de la justicia, la paz, la libertad y la reconciliación».
Benedicto XVI ha dicho que viene «en una absoluta continuidad» con el histórico viaje de Juan Pablo II a la isla en enero de 1998, que marcó el deshielo en las relaciones entre la Iglesia y el régimen.
A semejanza de su antecesor Juan Pablo II, el Papa no tiene previsto encuentros con opositores cubanos. Sin embargo, «conoce bien la realidad de Cuba» y el hecho de «que las reciba o no (a las figuras de la disidencia), no significa que él esté ajeno» a la situación, dijo el sábado el arzobispo de Santiago, Dionisio García.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos, que preside el disidente Elizardo Sánchez, denunció este lunes la detención de al menos 150 opositores, lo que atribuyó a un intento de impedir que protesten durante la visita del Papa.
«La Comisión puede confirmar que, a esta hora, el número de detenidos en los últimos cuatro días es de al menos 150 pacíficos disidentes», dijo Sánchez a la AFP. Las autoridades no han informado sobre arrestos, pero han advertido que no tolerarán actos políticos durante la visita papal.
El Vaticano adelantó que el Papa estará «disponible» para un eventual encuentro con el padre de la revolución cubana Fidel Castro, retirado del poder desde 2006, y quien fue maestro de ceremonia en la visita de Juan Pablo II en 1998.
Los medios igualmente están al acecho de un posible encuentro con el muy creyente presidente venezolano Hugo Chávez, que es tratado de un cáncer en Cuba y quien llegó el domingo a La Habana para someterse a radioterapia.
Después de la misa de este lunes, el Papa irá al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, a 30 km de Santiago de Cuba, donde pasará la noche.
Visitará el santuario el martes en la mañana y luego volará hacia La Habana, donde será recibido oficialmente por Raúl Castro en la tarde y cenará después con los obispos cubanos.
El miércoles en la mañana, Benedicto XVI celebrará una misa en la Plaza de la Revolución de La Habana, antes de pronunciar su último discurso en el aeropuerto al marcharse de Cuba
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