Cotizaban hasta 400.000 dólares cenar con el premier británico
El diario The Sunday Times, le realizó una “cámara oculta”, al ahora ex tesorero, del Partido Conservador, Peter Cruddas, donde negocia con dos periodistas una reunión con el primer ministro previo pago de una contribución al partido.
Cruddas dice en la grabación que la cena costará “de 200 a 250 de los grandes”, tanto si los cronistas querían cenar con Cameron, o con el ministro de Economia, George Osborne.
“En esas reuniones consigues mucha información”, le dice Cruddas a los periodistas, “Le puedes preguntar prácticamente todo lo que quieras… e incluso si no estás contento con algo, se escuchará y lo llevaremos al comité político”.
Esta última frase fue la que determinó la caída estrepitosa de Cruddas, ya que más allá de lo ético del asunto, el primer ministro en definitiva puede cenar con quien quiera. Pero la alarma saltó en tanto el primer ministro cena en su residencia oficial, pagado para financiar a su partido político, y lo peor de la cuestión: el reconocimiento que sus anfitriones en la cena pueden cambiar decisiones de gobierno.
“Completamente inaceptable”
Cameron se ve enfrentado así por segunda vez en muy poco tiempo a temas bastante parecidos y en esta ocasión actuó igual que en la anterior.
“Lo que ha pasado es completamente inaceptable”, dijo, al tiempo de descartar cualquier comentario en el entendido que no tiene idea de lo que ocurría en ese sentido.
“Me aseguraré que haya una investigación interna para que esto no vuelva a ocurrir”, dijo.
Aún continúan las repercusiones del anterior escándalo, cuando su jefe de comunicaciones, Andoy Coulson, se vio involucrado en las escuchas telefónicas que periódicos de la cadena de News of the World, habían hecho encargando “pinchar” teléfonos.
El primer ministro dijo entonces que no tenía nada que ver en escuchas ilegales, que no sabía que hacía Coulson y que si hubiera sabido tampoco lo hubiera contratado.
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