Polémica despenalización de drogas a debate en Centroamérica
La propuesta de Guatemala de despenalizar la droga enfrenta resistencia en Centroamérica, pero llevó a los presidentes a abrir el sábado el debate sobre una nueva estrategia contra el narcotráfico y a exigir a Washington que asuma responsabilidad en la violencia en la región.
Los mandatarios se reunirán el sábado en Antigua, 45 km al suroeste de la capital, sin que se espere consenso en torno a la controvertida iniciativa, dado el rechazo adelantado por algunos gobiernos del istmo, aunque sí un paso hacia la búsqueda de medidas regionales alternas a la guerra abierta que propugna Estados Unidos.
En vísperas de la cumbre, el presidente guatemalteco Otto Pérez estimó que ya es un «éxito» el debate de un tema tabú, en una región históricamente plegada a la línea de Washington.
Pero la propuesta de Pérez, que llegó al poder con la promesa de mano dura contra el crimen organizado, desconcertó a una Centroamérica volcada de cabeza en la «narcoguerra», con todo y ejércitos desacreditados por los crímenes que cometieron en las guerras civiles de la última mitad del siglo pasado.
«No tiene sustento. Ni siquiera es una iniciativa concreta. Es incongruente que por un lado se proponga la despenalización y por otro se tiren al canasto de la basura las leyes contra el narcotráfico y delincuencia organizada logradas en los últimos años», comentó a AFP el ex ministro de Gobernación de Guatemala, Carlos Menocal.
El desconcierto es mayor pues Centroamérica está enfocada en exigir a la comunidad internacional que desembolse los 2.000 millones de dólares prometidos para una estrategia regional de seguridad de 22 proyectos, lanzada en una cumbre en Guatemala en junio de 2011, a que la asistió la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Los problemas que enfrenta ese plan será uno de los principales temas de la cumbre en Antigua.
El Salvador, Honduras, Panamá y Nicaragua rechazan abiertamente la iniciativa de Pérez por estimar que convertirá a la región en «paraíso del consumo»; en tanto que Costa Rica pide precisar su alcance.
Pero analistas consultados por la AFP ven posibles réditos de la pequeña bomba detonada por Pérez, de quien -advierten- es un militar de formación, experto en tácticas y estrategias.
«No necesariamente lo que propone Pérez es lo que hay que hacer, pero el debate busca que Estados Unidos voltée la cara para ver el problema que estamos teniendo debido a que no frena el consumo», dijo el analista guatemalteco Carlos Zúñiga.
A una sola voz, los presidentes reclaman a Estados Unidos, principal consumidor de cocaína del mundo, que asuma su responsabilidad pues el istmo es el que «está poniendo los muertos».
Centroamérica, que forma con México el puente por donde pasa el 90% de la cocaína que se consume en Estados Unidos, es la región más violenta del mundo, con 19.000 asesinatos en 2011, una tasa de unos 40 homicidios por cada 100.000 habitantes.
«Tenemos más muertos en paz y democracia que cuando estábamos en guerra. Los narcos están ganando esta batalla. La estrategia de Washington fracasó y debemos buscar alternativas, abrir la discusión», opinó Álvaro Ramos, analista y ex viceministro de Seguridad de Costa Rica.
Ramos cree que Pérez logró desplazar la atención de Guatemala, sacudida por la violencia del cartel mexicano de los Zetas, hacia Centroamérica, lo que, más allá de su intención real, podría derivar en una respuesta regional.
«Hay cuatro vías: la clásica que responde a Washington y es un fracaso; la de Pérez; la de pasarle el sombrero a Estados Unidos y Europa, pero nunca nos van a dar la plata que necesitamos; y la de crear una estrategia regional como cuando estábamos en guerra civiles, que no obedeció a las grandes potencias pero avanzó en acuerdos de paz», opinó.
Los presidentes aspiran a llevar una posición común sobre la crisis de seguridad regional a la Cumbre de las Américas, los días 14 y 15 de abril en Cartagena, Colombia.
«Si Centroamérica no tiene una posición única, la proposición de Guatemala se ahoga. Para ser oídos debemos actuar como región», dijo el analista y ex ministro del Interior guatemalteco, Mario Mérida.
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