Cuba, país de minoría católica, recibirá segunda visita papal «con cariño y entusiasmo»
«Por supuesto que iré a la misa del Papa. Lo estamos esperando», dijo a IPS la cubana Liliana Fuentes, residente del popular barrio San Pedrito, en Santiago de Cuba, a 861 kilómetros de La Habana, en el extremo oriental del país. «Somos ‘paleros’, verdaderamente esa es la religión que representamos, pero también vamos a la iglesia» católica, añadió.
El Palo Monte es una religión de origen africano muy extendida en la región oriental, donde también se practica el espiritismo. «Se dice que la familia santiaguera va por la mañana a la iglesia y por la noche al bembé (fiesta dedicada a los orishás, dioses de esa religiosidad)», comentó Omar López, director de la Oficina del Conservador de esta ciudad.
«Nos sentimos orgullosos de esta visita del Papa, Santiago se prepara de manera muy dinámica y activa para recibirlo», aseguró el funcionario a los periodistas invitados a la ciudad el 22 y 23 de febrero. Por esos días, brigadas obreras se afanaban acondicionando la Plaza Antonio Maceo para la misa que oficiará Benedicto XVI.
Según la agenda, que divulgó el 1 de marzo la Conferencia de Obispos Católicos, el pontífice llegará a Santiago de Cuba el día 26 a las 14:00 hora local (17:00 GMT). Será recibido por el presidente Raúl Castro, el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, y otras autoridades eclesiásticas y de gobierno.
La misa en la plaza santiaguera, con capacidad para 250.000 personas, está prevista para las 17:30 horas del mismo día. Los obispos invitaron en un comunicado a «todo el pueblo» a recibir a Benedicto con el «cariño y entusiasmo de quien viene en nombre del señor» y a participar, junto a los fieles, en las liturgias de Santiago de Cuba y de La Habana.
En la noche del 26, el Papa pernoctará en una casa de retiro construida en un área aledaña a la Basílica del Cobre, que cobija a la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba. La edificación de hormigón armado y sobrio aspecto exterior tiene siete habitaciones y otros tantos baños, sala, comedor y todas las comodidades necesarias.
«Está en un lugar discreto y reúne las condiciones de seguridad interna y externa», comentó el ingeniero Fausto Vélez, responsable de la construcción que, según sus cálculos, requirió una inversión de 86.000 dólares. Vélez también estuvo a cargo de la restauración del santuario de El Cobre, otrora una localidad minera situada a unos 12 kilómetros de Santiago.
Indígenas y africanos esclavizados fueron explotados sin piedad en la extracción de ese metal, a tal punto que en el siglo XVIII se produjo aquí el primer gran alzamiento de esclavos en Cuba. Ese hecho es recordado con una gran escultura levantada en lo alto del cerro del Cardenillo, actual loma de Los Chivos.
En la mañana del martes 27, Benedicto XVI visitará a la Virgen de la Caridad del Cobre, cuya imagen de no más de 25 centímetros fue encontrada flotando en el mar en 1612.
La Iglesia Católica convocó a «todos los cubanos», sean o no creyentes, a celebrar el cuarto centenario de ese hallazgo y declaró 2012 año jubilar.
Fuentes del arzobispado de Santiago de Cuba dijeron a IPS que al santuario, con capacidad para medio millar de visitantes, acuden semanalmente entre 8.000 personas y 10.000 personas. Se prevé que hasta diciembre aumenten las peregrinaciones nacionales e internacionales convocadas por el jubileo.
Tras su visita al santuario, Benedicto XVI viajará a La Habana, donde sostendrá un encuentro privado con el presidente Castro. La agenda oficial no considera un contacto con el exmandatario Fidel Castro, aunque podría ocurrir, según medios católicos.
De acuerdo con el protocolo, en la segunda entrevista con el mandatario cubano, el Papa presentará a sus acompañantes y Castro a sus colaboradores más inmediatos y a su familia. Una de las hijas del presidente es la sexóloga Mariela Castro Espín, tenaz defensora de los derechos de la diversidad sexual.
José Félix Pérez Riera, secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, confirmó el jueves 1 a la prensa extranjera que el programa no contempla esta vez encuentros con otras iglesias o representantes del mundo de la cultura y del dolor, como los sostenidos en 1998 por el papa Juan Pablo II en su visita de cinco días.
Tal como el fallecido papa polaco (1920-2005), el primero en visitar Cuba, tampoco el alemán Joseph Ratzinger recibirá a representantes de religiones de origen africano ni de la oposición política, que actúa sin reconocimiento legal en este país.
Según dijo a IPS la antropóloga María Elena Faguaga, la sociedad cubana es predominantemente afrorreligiosa.
La religiosidad africana es «una realidad cultural que la Iglesia respeta y trata de evangelizar conforme a su misión», comentó Pérez Riera.
De acuerdo con registros católicos oficiales, alrededor de 60 por ciento de la población cubana recibió el bautizo en esa fe lo que, según expertos, no significa una mayoría de creyentes activos. Se estima que los feligreses de credos evangélicos y demás protestantes superan el millón de personas en este país de 11,2 millones de habitantes.
«El número de católicos prácticos (sic) en Cuba es bien reducido proporcionalmente al número de católicos de México, o de otras naciones de América Latina», admitió en un artículo publicado en la página digital de la Conferencia Episcopal, Orlando Márquez, portavoz del arzobispado y editor de la revista Palabra Nueva.
«Sin embargo, el Papa quiere estar con nosotros, con la minoría católica y con la mayoría devota a la Virgen de la Caridad que compone la nación cubana, y también quiere acercarse a quienes no están en ninguno de estos dos grupos», escribió Márquez. IPS
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