Escuela de samba se inspira en Lula este carnaval

Lula, de 66 años y que actualmente está tratándose de un cáncer de laringe, será homenajeado por esa escuela de samba del Corinthians, equipo de fútbol del que se declara fanático enardecido.

«Gavioes» (gavilanes) llevará al Sambódromo de Anhembí (zona norte de Sao Paulo) la historia del ex mandatario que nació en el árido y paupérrimo noreste brasileño y llegó a ocupar el principal cargo de la nación entre 2003 y 2010, del que salió con 80% de aprobación tras dos mandatos consecutivos.

«Vamos a hablar de Lula en analogía con el pueblo. (Para mostrar) que cualquier ciudadano común puede llegar donde él llegó. Basta tener perseverancia, voluntad, estudiar mucho y perseguir los objetivos», afirmó Delmo de Moraes, director de «Gavioes da Fiel», a la AFP.

Unos 3.900 integrantes de la escuela contarán la historia de un «ícono de la nación brasileña y corinthiana«, señala en una nota el Corinthians, que presentará un samba-enredo titulado: «Verás que un hijo fiel no huye de la lucha – Lula, el retrato de una nación».

Con 26 alas y cinco carros alegóricos, los hinchas del ‘Timao’ harán alusión a los programas sociales creados por el ex presidente, como el ‘Bolsa Familia’ y ‘Luz para todos’, que sacaron de la pobreza a 29 millones de brasileños.

Además, realizarán un homenaje a las madres de la pobre región nordestina en la piel de la madre de Lula, «doña Lindu», una determinada mujer analfabeta que emigró con sus hijos a Sao Paulo, la industrializada capital económica de Brasil, y consiguió llevar adelante su familia sin el apoyo del marido.

Tras llegar con siete años a la metrópoli paulista, Lula fue vendedor ambulante, lustrabotas, se formó como tornero mecánico, y al final de la década de 1970 se convirtió en el líder sindical que dirigió una histórica huelga que desafió a la dictadura (1964-85).

«El secreto del carisma de Lula es la humildad que transmite. Él es un hombre del pueblo. Y como es del pueblo, es nuestro. Porque Corinthians es el equipo del pueblo», explicó De Moraes, en el taller donde los artesanos dan los últimos retoques a las esculturas, la mayoría de ellas escondidas debajo de mantas negras para mantener el suspenso hasta el último minuto.

Los ‘Gavioes’, que gastaron unos dos millones de dólares en la puesta en escena, todavía mantienen la esperanza de que el popular mandatario pueda desfilar en uno de sus carruajes, aunque en los últimos días sus médicos afirmaron que el tratamiento contra el cáncer -diagnosticado en octubre- lo ha debilitado y no podría presentarse.

«Por ahora está complicado, por los exámenes y el tratamiento«, señaló una portavoz de la escuela a la AFP. Pero su presencia no está descartada ya que «nadie sabe cómo se va a sentir el día del desfile«, agregó.

(AFP)