Detienen familia de mafiosos por inducir al suicidio a su propia hija, madre de tres niños

En determinado momento de una vida tortuosa, por decir lo menos, decidió colaborar con la Justicia de Reggio Calabria.

Pero la familia descubrió la traición: los padres la apalearon hasta romperle las costillas, la encarcelaron en su casa y la obligaron a escribir una carta al Juez, donde se retractaba de todo lo confesado. María decidió huir.

Pero temió que la huida fracasara y sus hijos se vieran en peligro: se los entregó a su madre, la abuela, para que cuidara los pequeños.

En la mañana que pensaba fugar encontró un mensaje de su familia: si escapaba y contaba algo más a la justicia, jamás volvería a ver a sus hijos.

El 20 de agosto de 2011, María Concetta se bebió un vaso de ácido, y murió.

Castigo

Ahora la policía ha detenido a los padres de María acusándolos de “inducción al suicidio a través de violencia física y síquica de forma reiterada”.

El juicio es portada de toda la prensa italiana que aguarda en los próximos días una sanción terrible sobre los padres “homicidas”, más como ejemplo para la mafia, que como intento de reformar la mente de quienes concedieron más crédito a su “familia” mafiosa que a la biológica.