Los padres ya no creen que el futuro de sus hijos será mejor que el suyo propio

La crisis económica constante, que ha generado un deterioro social importante, elevando el proteccionismo, auspiciando cortes nacionalistas y fuertes disturbios sociales, se perfila como una barrera casi insalvable en el concepto general, afirma el informe.

Las diferencias entre ricos y pobres, están volviendo a ir en aumento, a diferencia de lo que se supone ocurrió en el último cuarto del siglo pasado, y ello amenaza “el contrato social entre el ciudadano y el Estado”, afirma el informe publicado en Londres.

Jóvenes son los más afectados

El estudio asegura que las peores situaciones en esta línea se están viviendo en Estados Unidos, donde los jóvenes se consideran “mucho más” pobres que sus padres. La paramétrica del informe situó en 47 el número de temáticas en que los hijos aparecen más pauperizados que sus padres. El principal es la educación, donde miles han debido de abandonar sus estudios por no poder pagarlos.

Tampoco los ingresos a centros docentes aumentan, ya que son menos quienes pueden pagar la matrícula. “Se ha pasado de las tarjetas universitarias a las tarjetas para comprar comida”, sentencian.

El informe focaliza también la menor natalidad que generará el fenómeno. A la ya alicaída tasa de natalidad estadounidense y europea, ahora se suma el factor económico determinante que menos gente quiera tener hijos, dado los imprevisto del futuro.