Se disparó con una pistola de clavos, se incrustó uno en el cerebro… y no se dio cuenta
Creyó que tenía un rasguño, se curó la herida, se vendó y siguió trabajando. Pero al día siguiente estaba tan mareado que apenas podía sostenerse en pie.
Una ambulancia lo recogió y en el viaje le hicieron una radiografía de urgencia, El jóven mientras viajaban pidió ver la radiografía, y la colgó en Facebook con su celular.
La radiografía mostraba un clavo de 8,25 centímetros (tres pulgadas) dentro del cerebro. El hombre estaba siendo trasladado para operarlo con carácter urgente.
Increíble
Los Angeles Times, informa que el cirujano que recibió el caso “creyó en principio que era una broma de sus colegas”, aunque de inmediato asumió lo que ocurría, lo llevó al quirófano, le aserró la tapa de los sesos y le extrajo el trozo de hierro.
“El caso era inusual pero no tan raro: el clavo no es como una bala, al ser más fino el hueso no se fractura mucho”, explicó el cirujano Leslie Schaffer.
El operado ironizó sobre el tema, autoproclamándose “un milagro de la medicina”.
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