Comienza el juicio a Baltasar Garzón por ordenar escuchas a corruptos
Es la primera vez que la conducta de un juez es considerada de responsabilidad penal por ordenar unas escuchas que de cualquier forma hubieran sido anuladas en el caso de querer emplearlas como pruebas.
Aunque suspendido por el Consejo General del Poder Judicial, Garzón sigue gozando de prestigio internacional, lo que conlleva su peso para juzgarle por el delito de prevaricación, una figura que significa “dictar a sabiendas una resolución injusta”.
Los casos en que la resolución de las escuchas le es imputada tienen que ver con la investigación de crímenes de la guerra civil española y la dictadura de Franco, así como la investigación de una red de corrupción en la administración pública.
Trayectoria destacada
Si bien Garzón no enfrenta directamente una pena de cárcel podría quedar inhabilitado para cumplir sus funciones hasta 20 años, lo que daría por finalizada prácticamente la carrera del juez que, en su momento, intentó ordenar desde España, la captura de Augusto Pinochet para juzgarlo por sus crímenes.
Garzón, de 56 años, estuvo 22 años al frente de un juzgado de la Audiencia Nacional en Madrid, donde sumarió narcotraficantes, etarras y miembros de grupos antiterroristas, así como las violaciones a los derechos humanos en Argentina y Chile.
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