Presidente Funes pide perdón por masacre del Ejército hace 30 años
«Por esa masacre, por las aberrantes violaciones de los derechos humanos y por los abusos perpetrados, en nombre del Estado salvadoreño pido perdón a las familias de las víctimas», exclamó Funes entre lágrimas, en un acto en la plaza del humilde caserío de El Mozote.
«Pido perdón a las madres, padres, hijos, hijas, hermanos, hermanas que no saben hasta el día de hoy el paradero de sus seres queridos. Pido perdón al pueblo salvadoreño que fue víctima de este tipo de violencia atroz e inaceptable«, expresó el gobernante ante familiares de las víctimas.
El acto
Con el emotivo acto simbólico, que guardó un minuto de silencio, el mandatario presidió la conmemoración del 20 aniversario de la firma de los acuerdos que el 16 de enero de 1992 pusieron fin a una cruenta guerra civil que desangró a El Salvador por doce años y dejó 75.000 muertos.
A un costado del monumento erigido en memoria de las víctimas, afirmó que el gesto «no pretende borrar el dolor», pero es un «acto de reconocimiento y de dignificación de las víctimas», y «expresión» del compromiso oficial de resarcir a los familiares «moral y materialmente».
«Estoy aquí (…) para reconocer la verdad y profundizar el camino de la justicia y la paz. (…) Hace poco más de 30 años se consumó una desmesura criminal que se pretendió negar y ocultar sistemáticamente», dijo Funes, quien en 2009 llegó al poder con el ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
La historia
La matanza fue perpetrada entre el 11 y 13 de diciembre de 1981 por tropas del ahora proscrito Batallón Atlacatl del Ejército, que arremetieron contra los pobladores, acusándoles de colaborar con la guerrilla izquierdista.
«A 30 años de este horror sigue la impunidad. ¿Por qué lo hicieron? ¿Cuál fue el daño que habían hecho (los pobladores)? ¿Dónde está la justicia? ¿Por qué los niños en lugar de recibir juguetes recibieron balas? ¡El Mozote nunca más!», manifestó Dorila Márquez, en un discurso en representación de las familias.
Crímenes de lesa humanidad quedaron impunes por una amnistía aprobada en 1993 en el marco de los acuerdos de paz, a pedido del gobierno, por lo que la Oficina de Tutela Legal del Arzobispado de San Salvador acudió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos -con sede en San José-, que este año debe llamar a audiencias.
La Comisión de La Verdad, creada por las Naciones Unidas (ONU), responsabilizó de la masacre a varios militares, algunos de los cuales murieron durante la guerra.
Funes dijo haber instruido a la Fuerza Armada para que revise «su interpretación de la historia a la luz» del reconocimiento histórico de este lunes, y abogó por el fortalecimiento del rol profesional y despolitizado de la institución.
«Vengo a asumir ante el pueblo salvadoreño y ante el mundo la responsabilidad que mis antecesores no quisieron o no se animaron a asumir y con esa actitud negaron la justicia a quienes aún lloran a sus muertos», expresó.
Funes, primer presidente de izquierda en la historia de El Salvador, explicó que su gobierno dialoga con las familias para definir las acciones de reparación moral y material.
En ese sentido, precisó que en las próximas semanas se iniciará un censo para definir el número exacto de las víctimas. Desde 1991, con la ayuda de forenses de Argentina, expertos de Tutela Legal han recuperado unas 300 osamentas.
Anunció la declaratoria del lugar como «bien cultural» y obras por 6,4 millones de dólares, como la instalación de un puesto de salud con atención médica y psicológica, programas de desarrollo productivo, un asilo de ancianos y la pavimentación de carreteras de acceso a la zona.
(AFP)
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