Gendarmería desaloja 10 mil puestos informales de megaferia La Salada
Para los comerciantes de rubros textiles y ropa en general de toda Argentina, La Salada es uno de los estigmas más flagrantes del país: mientras quienes pagan impuestos son perseguidos por la Impositiva como corresponde en toda sociedad civilizada, acusan a La Salada de pagar nada (o casi nada), que las ropas son adulteraciones de marcas legales, y que los 30.000 puestos evaden con sus vendedores una cantidad de aportes legales que la sociedad necesita y no recauda ya que todos trabajan “en negro”.
2.000 millones de pesos argentinos al año, mueve La Salada. Los puestos que otrora se conseguían con la sola conquista del lugar, ahora cuestan hasta 50.000 y algunos 100.000 dólares dependiendo de la ubicación.
Los administradores de las ferias calculan hasta en 50 millones de pesos lo que debería facturar, alguno de los comercios diariamente. Lo vende pero no lo factura.
Mayor que la «mayorista»
8.000 trabajadores permanentes emplea para su funcionamiento el complejo de cuatro ferias.
Artículos para el hogar, vestimenta, bijouterie, lencería, herramientas, son tan solo la parte visible de la gigantesca comercialización, mayor aún que la “mayorista”, ya que comerciantes de todo el país vienen a comprar mercaderías a precios mejores que los que obtienen en comercios más regulares de Buenos Aires, o en sus distribuidores de provincia.
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