Norcoreanos atribuyen fenómenos climáticos a la muerte de su líder

Por lo tanto a nadie asombra, al menos en Corea del Norte, que ahora se afirme que las condiciones meteorológicas reinantes en el país cambiaron como consecuencia de su muerte, así como se reportan cambios biológicos en los animales y otras maravillas geográficas inéditas, debido al fallecimiento.

La cadena de televisión oficial KCNA, informó que en la mañana en que murió Kim Jong-Il mientras hacía un viaje en tren “de guía del pueblo”, se registró el mínimo de temperatura del invierno, con registros 6 y 7 grados por debajo a los de días anteriores. Ello no sería inusual, salvo que en el mismo momento de la muerte “el viento comenzó a soplar hasta a 15 metros por segundo, produciendo olas que se elevaron hasta tres metros en el mar de Corea”.

“Los datos meteorológicos hacen sentir más profundamente los dolorosos trabajos de Kim Jon Il que continuó con ropa casual su viaje de guía con devoción patriótica pese al frío cortante”, informa la TV norcoreana.

Coincidencias

Claro, que los datos podrían ser mera casualidad. Pero en el hielo del lago, del apagado volcán Chon, junto a la montaña sagrada Paektu, donde nació Kim según la tradición, los hielos se resquebrajaron sin razón aparente. Pero por si fuera poco, se produjo una tormenta de nieve, tras la cual apareció un mensaje grabado en la roca: “Monte sagrado de la revolución. Kim Jong Il”.

Los informativistas de la televisión agregan también que grullas migratorias de Manchuria, habrían mostrado “signos de dolor”, ante una estatua de Kim Jong Il, en la ciudad de Hammhung.

Ahora, la cadena de televisión estatal informa que “una primavera de prosperidad bajo el socialismo vendrá al país, tras que Kim Jong Il paró el viento huracanado de la historia en los últimos momentos de su vida”.