Grecia pasa del más bajo nivel de suicidios de Europa al más alto

Grecia tenía el porcentaje de suicidios más bajo de toda Europa (2,8 por cada 100.000 habitantes), un privilegio que muchos atribuían en un país no demasiado rico, al aire mediterráneo, el abundante sol, el contacto con el mar, las playas y la dieta, sin hablar de un espíritu festivo y coloquial que para muchos era más una tradición de los helenos que una realidad.

Pero lo cierto era que se suicidaban menos que ningún otro país del viejo continente.

En poco más de un año, individual y colectivamente pauperizados, acobardados y desvalidos como nunca desde la invasión nazi, los griegos comenzaron a quitarse la vida. En menos de un año llevaron la tasa de suicidios a la más alta de Europa (6,1 cada 100.000 habitantes) y de enero a mayo últimos, el incremento fue del 40% en relación a igual período de 2010.

Todo esto pese a ser un país católico ortodoxo, religión que les niega funerales y sepultura si se quitan la vida, algo absolutamente prohibido.

Multicausal

“Nunca es por una sola cosa, pero siempre todo tiene relación con la falta de trabajo, las deudas acumuladas, el miedo a ser desalojados; de eso habla la gente cuando llama para decir que está pensando en suicidarse”.

La afirmación corresponde a Eleni Beikari, una siquiatra que atiende una línea de 24 horas para prevenir suicidios. Antes de la crisis recibían una media de 10 llamadas diarias; actualmente, superan las 100 llamadas por día.