El presidente del parlamento de la República Islámica, Ali Larijani, aseguró hoy que “la actitud del gobierno británico hacia el pueblo iraní es insoportable” y señaló que fue “excesiva” la decisión de Londres de cerrar su embajada en Teherán.
China, por su parte, pidió calma y moderación. “Esperamos que los países implicados tengan calma, racionalidad y moderación para evitar acciones emocionales que puedan intensificar el conflicto”, sostuvo en una rueda de prensa el portavoz de la cancillería, Hong Lei.
Estados Unidos, mientras, ha aprobado por unanimidad en el Senado imponer sanciones al Banco Central Iraní.
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