Sorpresa de la primera diputada embarazada  

Las legisladoras no tienen licencia por maternidad

por Cecilia Barreto

Más allá de lo anecdótico, la falta de una ley que regule la licencia maternal de las legisladoras es un hecho significativo que refiere a una tradición parlamentaria pensada por y para hombres. Y por sobre la marca histórica de que Puñales sea la primera diputada que espera un hijo o hija durante el período parlamentario, que la circunstancia no estuviera siquiera prevista, es por demás elocuente.

La situación habla de cambios, de una mayor incorporación de mujeres a la arena política y a edades más tempranas. Para la diputada rochana: «Lo importante es la presencia cuantitativa de las mujeres en el Parlamento, y lo segundo es el recambio generacional. En Uruguay llegabas a cargos de responsabilidad partidaria ya veterana, abuela. Te lo hacían para cumplir y por una cuestión decorativa. Ahora las mujeres ingresamos mucho más jóvenes al Parlamento».

Otra lectura confirma que la solidaridad de la bancada de mujeres –más allá de banderas y partidismos– no es casual, como no lo es la reciente instalación de la Comisión Especial de Equidad y Género de la Cámara de Representantes, heredera de la Comisión de Estudios de la Condición de la Mujer creada por un grupo de legisladoras en 1985. La misma está integrada por las diputadas coloradas Yeanneth Puñales y Glenda Rondán, Beatriz Argimón por el Partido Nacional, Pablo Mieres por el Nuevo Espacio (este grupo político no cuenta con mujeres parlamentarias), y Daysi Tourné, Raquel Barreiro y Margarita Percovich por el Encuentro Progresista. A cargo de esta última quedó la presidencia.

La Comisión se instaló oficialmente el 20 de julio pasado. Trabajo no le va a faltar: por lo pronto es de urgente trámite el tema de la licencia maternal para las legisladoras y, próximamente, entrará a considerar el proyecto de ley de jubilación de las amas de casa que las diputadas pretenden desarchivar.

EL EMBARAZO NO ES ENFERMEDAD

Dada la premura del caso, (cursa su octavo mes de embarazo) y considerando que los tiempos parlamentarios no siempre se ajustan a los biológicos, la diputada Puñales accedió a «gozar» su licencia «por enfermedad», pero no sin antes redactar un proyecto de ley que legitima y otorga un marco legal a la maternidad de las mujeres que ocupan cargos en el Parlamento. «Por encima de que una pueda pedir la licencia por enfermedad hay un tema de principios», señaló la diputada a La República de las Mujeres. «No podemos dejar pasar que, nada menos que las legisladoras y los legisladores que somos los que elaboramos las leyes, estemos encuadrándonos en un ítem que no corresponde, y menos aceptando que la gravidez sea un estado de enfermedad», puntualizó.

La iniciativa fue firmada por todas las integrantes de la Comisión de Equidad y Género, y se presentará el próximo martes a través de la Comisión de Asuntos Internos de la Cámara Baja. Está inspirada en el estatuto de funcionarios públicos vigente y en la ley que regula el régimen de licencia de senadores y representantes (Nº 16.465, del 21 de diciembre de 1993). Esta prevé tres causales de licencia: enfermedad, misión oficial y «ausencia del país en virtud de obligaciones notorias, cuyo cumplimiento sea de interés público, inherentes a su investidura académica o representación política». El proyecto agrega un cuarto ítem: «por maternidad y por paternidad», que se regirá por los plazos previstos en los artículos 24, 25, 26 y 27 de la Ley Nº 16.104 de 8 de enero de 1990 (de funcionarios públicos).

DISCRIMINACION «INVOLUNTARIA»

La exposición de motivos adjudica el actual vacío legal «al hecho de que históricamente no han sido muchas las mujeres legisladoras y los antecedentes muestran que las diputadas que pudieron hacer uso de la antedicha licencia en oportunidad de su gravidez en la legislatura 1995-2000, tuvieron partos en el período de receso parlamentario».

Según estima la diputada forista, el proyecto será aprobado con la mayor celeridad dado que tuvo un amplio consenso y sorprendió «a todo el mundo», aunque no aventuró una fecha para que la iniciativa llegue a feliz término. Mientras tanto, «no tengo más remedio que pedir licencia por enfermedad (por un mes) porque no voy a esperar que el proyecto vaya a Plenario», dijo Puñales.

La legisladora espera que el tratamiento y aprobación de esta ley no se extienda más de nueve meses, ni revista mayores complicaciones.

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