“Mi estúpida corona de Miss Mundo sirvió para denunciar que me habían violado”

Abargil dijo a El País de Madrid que nunca estuvo interesada en los concursos de belleza, que en su infancia era más bien «masculina» pero ante la insistencia de sus allegados se metió en el mundo del modelaje. Primero quedó segunda en el concurso de Miss Israel, y luego fue invitada a representar al país en Miss Mundo.

Así tuvo que dejar su país y trasladarse a Italia para prepararse para el certamen de belleza. Según cuenta era la primera vez que estaba tan lejos de su casa y su familia. En un momento quiero volver, pero su agente de viajes, Uri Sholmo Nur, le dijo que no habían boletos disponibles y él se ofreció a llevarla. Ahí fue cuando desvío el camino, paró el coche y la ató de manos, le puso una navaja en el cuello y la violó en dos ocasiones. El hombre trató de asfixiarla pero ella lo convenció para que la dejara vivir. «Le dije que no contaría nada. Él no hacía más que repetir que lo sentía y yo lo único que quería era salir de allí con vida. Me llevó hasta la estación de trenes de Milán y me dijo que no podía contar nada de lo ocurrido”, expresó al mismo medio.

Sin embargo ella no cumplió su promesa, le contó lo sucedido a su madre y comenzaron un proceso contra él lejos de los medios de comunicación: “Llamé a mi madre y le conté lo ocurrido. Lo primero que me dijo fue que no me lavase y que acudiese a un hospital y después a denunciar a la comisaría. Y así lo hice”. Abargil regresó a Israel y denunció los hechos a las autoridades pero por falta de evidencias, el caso se mantuvo en secreto durante semanas.

Luego explica «Mi madre me convenció para que no abandonara el concurso y así lo hice. En el momento en que me proclamaron Miss Mundo no podía aguantar mis lágrimas, pero no eran lágrimas de alegría”. Al día siguiente de su coronación la historia se hizo pública y las autoridades detuvieron al agresor en el aeropuerto de Tel-Aviv. Cinco mujeres más reportaron haber sido violadas por el mismo agente de viajes tras su detención.

La corona como voz

La ex Miss Mundo aseguró que lo más difícil del proceso fue ver cara a cara al agresor mientras él negaba el hecho “Lo más duro fue el juicio. Él negaba todo, y al día de hoy lo sigue negando. Pude entender por qué muchas mujeres no presentan denuncia. Verme frente a él y revivir durante dos días los momentos de la violación es algo que nunca olvidaré, pero estoy enormemente orgullosa de haberlo hecho y de haber tenido a mi familia apoyándome en todo momento” dijo.

Y contó que la corona le sirvió para que su voz fuera escuchada y denunciar lo que había ocurrido.

Hoy tiene 36 años, es abogada criminalista y se dedica a ayudar y apoyar a otras mujeres para que denuncien, y da conferencias y talleres en todo el mundo contando su experiencia.