Torturas en Piriápolis
La denuncia fue realizada por el abogado Martín Macedo, representante legal de Gladis Cardozo Luna, hermana de Francisco Cardozo, quien, según la denuncia, habría sido sometido a salvajes torturas en un calabozo de la seccional 11ª al caer la tarde del pasado sábado.
A media tarde el hombre fue sorprendido por personal de la Subprefectura del puerto local mientras orinaba en plena rambla balnearia. El hombre fue trasladado a la comisaría local y alojado en un calabozo. Pero apenas ingresado habría sido sometido a vejámenes de todo tipo, incluyendo golpes que le provocaron una pérdida momentánea del conocimiento.
Según el escrito presentado en la Justicia por el abogado Macedo «mientras le maniataban la bufanda al cuello, lo sometían a las torturas sádicas e indignantes». El escrito revela que el detenido fue liberado poco antes de la medianoche pese a las graves heridas que había sufrido, sin dar cuenta de la detención. Cardozo contó a su hermana que «unos ocho policías ingresaron por turnos a la celda para realizarle todo tipo de vejámenes. Pero, si bien los vio, no sabe los nombres de ninguno de ellos».
El escrito asegura que «cuando lo dejaron en libertad a las 23.30 del mismo día los policías bromeaban reclamando que despejase la vereda porque de lo contrario lo volverían a detener». La hermana de la víctima aseguró que «efectivos de esta misma seccional, así como un policía que vive en Punta Colorada, ejercían una continua persecución y hostigamiento sobre él pero nunca hubo una acusación judicial».
El doctor Macedo se limitó a señalar que «está defendiendo los derechos humanos de una persona sometida a presuntos malos tratos». En tanto el jefe de Policía, inspector Mario San Pedro, dijo a medios locales que «si no se probaban las denuncias de malos tratos, tomaremos acciones legales contra los denunciantes».
Mientras tanto, Cardozo se encuentra internado con una peritonitis aguda con probable rotura de vísceras. Una fuente médica consultada anoche por LA REPUBLICA señaló que «se analizaba la posibilidad de que el detenido hubiera sido sometido a un empalamiento».
El fiscal Juan Bautista Gómez solicitó una serie de pericias y diligencias tendientes a esclarecer el caso.
Mala praxis
De acuerdo con la denuncia, una vez liberado Cardozo llegó a su casa en pésimo estado y su hermana lo acompañó a la policlínica de Salud Pública local, donde el médico de guardia le inyectó un calmante y le recomendó reposo domiciliario. Pero se negó a entregar un certificado así como a explicar las posibles razones del estado del paciente.
Pero a pesar de los cuidados, Cardozo desmejoró notoriamente en las siguientes 24 horas por lo que su hermana decidió trasladarlo en taxi hacia el hospital de Maldonado.
Allí la médica que lo atendió lo derivó a urgencias y el equipo médico constató un cuadro de extrema gravedad por lo que decidieron intervenirlo quirúrgicamente, porque se le diagnosticó peritonitis aguda.
Actualmente permanece internado, pero en situación de extrema gravedad.
Una práctica constante
Las denuncias por malos tratos policiales resultan frecuentes. Tanto que el año pasado la fiscal María Gabriela Fosati elevó un informe al fiscal de Corte, Oscar Peri Valdez, señalando su preocupación porque «en Maldonado se ejercen malos tratos a los detenidos hasta en dependencias de la Policía Caminera». *
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