Para Granma el mercado interno es estimulado por "vulgares delincuentes"

Preocupa en Cuba aumento del consumo de estupefacientes

PATRICIA GROGG, LA HABANA, IPS

El consumo de estupefacientes es considerado un problema de salud y no es tipificado como delito por el código penal que, en cambio, sanciona severamente el comercio ilícito de drogas y su introducción en el país. El periódico Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista, señaló que el uso indebido de drogas muestra «índices crecientes», aunque aún es «discreto» en comparación con otras naciones.

«No habrá impunidad para nadie», sentenció un editorial del periódico cubano, tras advertir sobre casos de traficantes extranjeros que intentan utilizar a Cuba no sólo como ruta de tránsito sino como negocio interno, en sociedad con «elementos locales».

Entre 1995 y noviembre de 2002 fueron detenidos 252 extranjeros por tráfico de droga, 146 de los cuales aún cumplen sentencia o esperan el juicio correspondiente. La nota publicada el viernes de la semana pasada no informa sobre cubanos encarceladas por ese delito.

Los comentarios sobre drogadicción en algunos sectores de la sociedad, que corren desde principios de la pasada década, cobraron mayor fuerza en los últimos meses a raíz de reportajes publicados en la prensa nacional.

«Cuando empecé a trabajar en el comercio ya llevaba unos cuatro o cinco años fumando marihuana, y un día estaba con una noviecita en un cabaret (local de diversión nocturna) y recuerdo que ella me dijo: prueba esto (cocaína)», dijo un ex adicto al diario Juventud Rebelde. El periódico de la Unión de Jóvenes Comunistas publicó en agosto, bajo el título «Viví en el infierno», el dramático testimonio de este joven, a quien identifica como L y que casi pierde la vida por una sobredosis de crack.

«Hace rato que la droga está en la calle, lo sabe todo el mundo, aunque no lo digan los periódicos», comentó a IPS Roberto Madruga, un ingeniero informático que dijo trabajar en el sector turístico. A su vez, el fiscal general, Juan Escalona, reconoció a comienzos de diciembre que históricamente Cuba ha sido «aprovechada como país de tránsito», pero últimamente se registraron «algunos casos en los que la droga no pasa sino que pretende quedarse».

«Estamos dispuestos a enfrentar (el narcotráfico) con mano muy dura», dijo Escalona, fiscal del proceso seguido en 1989 contra el general de división del ejército cubano Arnaldo Ochoa y otros involucrados en un caso de tráfico de drogas y corrupción.

Ochoa, Antonio de la Guardia, Jorge Martínez Valdés y Amado Padrón Trujillo fueron sentenciados a muerte por fusilamiento, pena que se cumplió el 13 de julio de 1989. Escalona también admitió el ingreso al país en los últimos tiempos de la droga sintética éxtasis y que pequeñas plantaciones de marihuana fueron destruidas por las autoridades policiales.

En la ruta

Granma informó que entre enero y octubre del pasado año se incautaron 4,5 toneladas de drogas procedentes del exterior, aunque no especificó de qué tipo eran. Cuba está ubicada geográficamente en la ruta entre los principales países productores de cocaína, en especial Colombia, y Estados Unidos, considerado el mayor consumidor mundial.

La droga es lanzada desde el aire y recogida en el mar por narcotraficantes que acuden en lanchas rápidas desde el sudoriental estado estadounidense de Florida, ubicado sólo a unos 170 kilómetros de Cuba.

Sin embargo, muchos cargamentos de los que suelen recalar en las costas cubanas van a parar al mercado interno, que según Granma es estimulado por «vulgares delincuentes foráneos e internacionales».

«Ante este adverso fenómeno, la posición de la Revolución es categórica: no admitirá nada que atente contra la seguridad, la salud, la ética, la dignidad y los valores que hemos creado frente a todos los peligros. No habrá impunidad para nadie», sentenció la nota oficial.

Se calcula que por la ruta del mar Caribe es transportada 40 por ciento de la droga que ingresa a Estados Unidos y alrededor de 50 por ciento de la producción de marihuana que va hacia ese destino. Un promedio de 65 por ciento de la cocaína que arriba a Europa también transita por la región caribeña.

La Comisión Nacional de Droga (CND) comenzó hace unos dos años un vasto programa para prevenir el consumo de estupefacientes, que incluye la capacitación de funcionarios de las áreas de educación, salud y turismo, así como dirigentes de organizaciones sociales. A su vez, el Ministerio del Interior preparó a miles de sus agentes y personal aduanero en las técnicas más avanzadas para impedir el ingreso de droga en el país por aeropuertos y terminales portuarias.

Muchos policías aduaneros de Cuba recibieron cursos de instrucción impartidos por expertos de los servicios antidrogas de Canadá, España, Francia y Gran Bretaña, entre otros.

En materia de salud, unos siete hospitales de la capital están acondicionados para atender a personas aquejadas de «intoxicación aguda por efecto del alcohol o bien por la ingestión o sobredosis de droga».*

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