“Fantasía” de Walt Disney cumple 75 años: la revolución del sonido estéreo llegaba al cine

El 13 de noviembre de 1940, los estudios Disney presentaban aunados los ocho cortos de dibujos animados respaldados con célebres partituras de música clásica, como “El cascanueces” de Tchaïkovski, la “Sexta sinfonía” de Beethoven y “El aprendiz de brujo” de Dukas, éste último base para la historia protagonizada por el ratón Mickey, que el público convertiría en la más popular de los ocho cortometrajes.

Precisamente había sido “El aprendiz de brujo”, lo que inspiró a Disney para hacer un cortometraje –como estaba pensada la película en principio- pero cuando analizó el tema con el director de la orquesta de Filadelfia, Leopold Stokowski, los planes cambiaron y el diseño se multiplicó.

Curiosamente ni Disney, ni el único compositor de música de la película que la vio con vida –Stravinsky- se mostraron conformes con el resultado final. Walt quería que se pudieran agregar cada año nuevos cortos similares, y se reestrenara oportunamente, algo que nunca se cumplió. Igor Stravinsky, dijo siempre que el trato dado a su obra “La consagración de la primavera”, no estaba acorde con el espíritu que él e había imprimido, ni en la parte orquestal, ni en el guión.

No fue taquillera, pero revolucionó el sonido del cine

Menos que taquillera, fue un fracaso financiero. El costoso sistema de audio, que debía ser instalado en cada cine en que se iba a proyectar el film, obligó a una serie de gastos descomunales para la época, al punto que solamente se pudo estrenar en una docena de cines, lo que implicó apenas se recaudara poco más de 1,3 millones de dólares. Recién con el correr de los años, se convertiría en la 22ª película más taquillera, con 693 millones de dólares. También el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, impidió su estreno en muchos países.

Sin embargo “Fantasía”, más allá de su aporte a una nueva visión de los contenidos en dibujos animados, hizo historia en materia de audio. Los ingenieros de sonido de Disney estrenaron el “Fantasound”, antecesor del estereofónico, pero absolutamente revolucionario en su época, aunque la necesidad de instalarlo en cada sala donde se exhibía impidió su difusión, pero sentó las bases de futuro sonido esperado en toda película de Hollywood.