Ya se están viendo resultados por la ley de vestimenta
El segundo sindicato más viejo en actividad del país es el Sindicato Único de la Aguja y Ramas Afines (SUA), que hoy festeja sus 110 años, la misma semana que la Cámara de Industrias festeja sus 113 años. De la situación del sector, y del sindicato especialmente, LA REPÚBLICA habló con Jorge Dutruel, integrante de la dirección del gremio.
¿Cómo ven ustedes la situación de la industria?
La situación es complicada, especialmente por la fuerte informalidad del país, especialmente producto del contrabando. También hay talleres informales que trabajan sin ningún tipo de regulación. Esto hace que Uruguay tenga importaciones de 180 millones de dólares al año, según declaran los empresarios. Pero algunos de los precios declarados son irrisorios: son irreales considerando el mercado internacional. Además Uruguay tiene exportaciones por algo más de 40 millones de dólares en este momento lo que genera una balanza comercial totalmente desfavorable.
Además preocupa la informalidad: muchísimos trabajadores trabajan es su domicilio sin ningún tipo de regulación, dado que las empresas que los contratan piden que creen empresas unipersonales para poder trabajar.
En ese sentido se aprobó en las últimas semanas una nueva ley de vestimenta…
Exactamente, la ley impulsa tres partes fundamentales. Por un lado impulsa un sistema de trazabilidad, que pone un mecanismo para ver quién fabrica la prenda, en qué condiciones, y controla hasta el etiquetado. Lo mismo se aplica para el importador.
La ley también vuelve a considerar al trabajo en el domicilio del trabajador, que estaba olvidado desde la década del 90. A partir de la regulación de la ley todo trabajador que trabaje en su domicilio, dependiendo de un patrón, será como si estuviese trabajando dentro de la empresa.
Y el tercero la ley crea un subsidio para todo el sector de 27 millones de dólares, que se reparten en siete años. Se distribuirá un 33% para las empresas directamente, un 34% para que las empresas inviertan en maquinaria y tecnología y un 33% para los trabajadores que estén aportando al BPS.
¿Cuántos trabajadores son de grandes empresas y cuántos de pequeños talleres?
En Uruguay las empresas más grandes son de 200 trabajadores y no son muchas. Un gran porcentaje representan los pequeños trabajadores.
¿Y sindicalizados?
Sindicalizados hay unos 2.000 trabajadores, aunque fluctúa mucho, porque el trabajador de la vestimenta es zafral. No tenemos un alto porcentaje, de 20.000 trabajadores llegamos en algunos momentos a 2.000.
¿Y aspiran a llegar a más?
Sí, a más sindicalizados y a más gente aportando al BPS, que ya lo propone la ley.
¿Cómo planear expandir la sindicalización?
Bueno, el problema de la baja sindicalización fue que los obreros de las grandes fábricas pasaron a ser trabajadores a domicilio. Todo eso trajo un problema que desaparecieron las grandes fábricas. Si bien esto no significó una caída en la producción, sí la diversificó. Ahora con la ley ya estamos viendo resultados, y parece revertirse la tendencia. Las grandes empresas están volviendo a incorporar talleres antes separados.
O sea que ya se están viendo los efectos de la ley
Sí, los efectos se están viendo antes de ser reglamentada. Esperamos que dé un impulso a la industria, y especialmente que acabe con el contrabando.
¿Cómo es la relación con la Cámara de la Vestimenta?
Es una relación que históricamente fue tensa, y en muchos aspectos sigue siendo tensa. Si bien hay cosas que no hemos podido instalar, vemos como positivo el trabajo en conjunto para la defensa de temas, como lo fue esta ley.
Igualmente seguimos teniendo diferencias, principalmente en las negociaciones colectivas, donde nosotros apoyamos la propuesta del Poder Ejecutivo.
Igualmente en cuanto a la defensa de los intereses de la industria estamos de acuerdo. Sabemos que hay que proteger al trabajador, y a la industria toda, porque si no hay industria no hay fuente de trabajo.
COMPETIR en el mercado interno
Al ser consultado por la competitividad del mercado interno, Dutruel destacó principalmente la trazabilidad que impone la ley. Aseguró que ahora se podrá comprobar la responsabilidad social de las empresas, tanto locales como extranjeras. «Y responsabilidad social no es solo que la empresa done cosas. Es que tenga todos los trabajadores en regla, que no trabajen niños, como sucede en los países asiáticos, y demás. Lo mismo que pedimos para el mercado local, lo exige la ley a las prendas importadas. Ahí cambia la relación de quién puede competir y quién no», sostuvo.
Generar valor agregado
* Al ser consultado por los mercados posibles de la producción, Dutruel ejemplificó con el mercado interno, que por sí solo es de 600 millones de dólares. «Y no toda esa producción es uruguaya, entonces solo pensando en el mercado interno queda un gran mercado».
También subrayó especialmente las compras públicas, algo que «debe estar contemplado en el desarrollo de la industria», aseguró.
«Uruguay compra para el Ejército, la Policía y los hospitales varios millones de dólares. Normalmente lo hace afuera y no siempre son fábricas a las que se les pide una responsabilidad social como la que nosotros exigimos», sostuvo.
«Por esa razón estamos convocando para el martes 29 un paro con movilización junto al COT, los textiles, curtidores, la carne, el gremio del calzado y marroquineros. Las razones de la movilización es toda la materia prima que se va sin procesar. Todo el cuero en crudo o semi-procesado, el ganado en pie, la lana, y ese representan miles de trabajos, que hace que el Uruguay productivo con alto valor agregado que todos queremos hoy no se refleje. Será el martes 29 con movilización en la Plaza de los Treinta y Tres (de los bomberos)», anunció Dutruel
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