Recaudación tributaria durante fase operativa de UPM II será entre US$ 120 y 170 millones anuales

El gobierno emitió este viernes 9 de agosto un mensaje a través de una cadena nacional de radio y televisión, sobre la instalación de UPM II.

En el mensaje a la población se aseguro que el nuevo emprendimiento de la firma finlandesa “incrementará de forma permanente el Producto Bruto Interno (PBI) de Uruguay en dos puntos porcentuales”

Asimismo, la recaudación por tributos será de entre 120 y 170 millones de dólares por año.

Una vez en funcionamiento, la planta empleará a más de 8.000 personas, con remuneraciones adicionales por más de 200 millones de dólares.

Por otro lado, en el mensaje de Presidencia se destacó que el sitio elegido para la fábrica, en el centro del país y a orillas del río Negro, procura “lograr un desarrollo de igualdad territorial donde se registra el menor desarrollo relativo en términos de bienestar”.

En Durazno, donde se levantará la planta, y en los departamentos de Florida, Cerro Largo y Tacuarembó, “se incrementará el producto por persona entre 10% y 15%”.

Aportes de la empresa

En cuanto a las inversiones que la empresa realizará en el país, se destacan: “2.700 millones de dólares correspondientes a la fábrica de celulosa, 280 millones para construcciones portuarias, 70 millones en instalaciones en Paso de los Toros y siete millones en saneamiento para esa ciudad de Tacuarembó”.

A ello se sumarán “1.000 millones de dólares destinados a plantaciones forestales, maquinaria y otras inversiones conexas para los primeros 30 años de producción, 34.5 millones para el Fondo de Innovación Sectorial (lo cual permitirá el desarrollo de las capacidades técnicas de obreros y empresarios), 3.5 millones en la ‘Iniciativa Río Negro’, 1.5 millones para capacitación y 2 millones de inversión en viviendas temporales”.

La planta de celulosa en zona franca más las inversiones asociadas superarán los 4.000 millones de dólares.

Compromisos asumidos por Uruguay

El gobierno detalló que los compromisos asumidos por Uruguay, son: “la construcción del Ferrocarril Central, con la rehabilitación de la línea férrea que une Montevideo con Paso de los Toros, mediante la participación público-privada, la profundización del dragado del puerto de Montevideo para permitir el ingreso de buques de mayor calado, y la construcción del viaducto en la rambla portuaria, además de rutas y puentes para la circulación de camiones de gran porte”.

En cuanto a la infraestructura energética, se prevé “la compra-venta de excedentes de energía entre UTE y UPM por las próximas dos décadas hasta de un teravatio/hora por año, lo que contribuirá a la consolidación de la matriz energética en base a energías renovables”.

Beneficios tributarios

También se indicó que “la empresa recibirá beneficios tributarios contenidos en la Ley de Promoción de Inversiones y los de la Ley de Zonas Francas, con una autorización de explotación por 30 años y el cobro por parte del Estado de un canon anual de 7 millones de dólares por los primeros 20 años y de 3.5 millones de dólares por los 10 siguientes”.

El gobierno aclaró que “no se le otorgó exoneración total ni parcial del Impuesto al Patrimonio”.

Creación de puestos de trabajo

Por otro lado, se aseguró que UPM II “incidirá notoriamente en la creación de empleo de calidad, tanto para la construcción de la planta como en la operativa posterior”.

Se destacó que tanto el gobierno como UPM, junto con la Cámara de la Construcción, la Cámara Metalúrgica y el PIT-CNT firmaron el 12 de setiembre de 2017 un acuerdo marco en el área laboral, mediante el cual “reconocieron el diálogo social y la negociación colectiva como los mejores instrumentos de trabajo”.

Mayor exigencia ambiental

En materia ambiental, “UPM hizo frente a la autorización más exigente existente en la materia en Uruguay”.

Según indicó el gobierno, se incluyeron “siete nuevos parámetros y de mayor exigencia en los valores de todos los analizados con relación a las anteriores plantas de celulosa” (UPM I y Montes del Plata).

A la vez, se incorporará “el requerimiento de un caudal mínimo de agua del río Negro, exigido fundamentalmente para asegurar la preservación del ecosistema y mejorar incluso su situación actual”.

La normativa le impone “límites a 13 parámetros de vertidos de efluentes, ocho por cada fuente de emisión de aire”.

Además, se deberá  monitorear “la calidad del río en cinco puntos y realizar estudios de sedimentos y biota acuática”.

Para controlar la calidad del aire, “habrá tres estaciones de monitoreo, y se incorporan niveles de exigencia en los rangos más estrictos de las referencias establecidas según normas internacionales”.

La nueva planta de UPM significa: “Una de las inversiones productivas más grandes de la historia, las exigencias más severas con el cuidado del medio ambiente, miles de puestos de trabajo, inversión en capacitación, desarrollo del conocimiento, crecimiento en infraestructura, compromisos del Estado y la empresa en el área laboral y una gran apuesta al desarrollo con igualdad territorial”, aseguró el gobierno.