La globalización aumentó la brecha entre países desarrollados y pobres
El gerente de la Cámara de Industrias, economista Roberto Villamil, fue entrevistado en el programa Producción Nacional de 1410 AM LIBRE por el periodista Alejandro Landoni, al retornar de EEUU, donde estuvo tres semanas en contacto con representantes del gobierno de ese país, productores, empresarios y técnicos que se reunieron para analizar las consecuencias de la globalización.
En diálogo con Landoni, Villamil explicó cómo se ve desde el país norteño la globalización para Uruguay.
«Hablando con algunos representantes del Banco Mundial, entre los cuales hay algunos uruguayos destacados, comentaban que este proceso que se aceleró mucho en las últimas dos décadas, contrariamente a lo que mucha gente cree, no generó un mayor retraso en las economías pobres del mundo o economías en desarrollo, sino que por el contrario las hizo crecer, mejoró bastante el ingreso a nivel global en estos países y también hizo crecer los volúmenes de comercio de estos países. El problema es que simultáneamente la brecha con las economías industrializadas se amplió bastante más, o sea que el crecimiento de las economías industrializadas fue muy superior al crecimiento de los países pobres o en vías de desarrollo».
También informó sobre lo desacertada que se estima la política exterior del presidente Batlle, al señalar que «una de las hipótesis que manejan con mayor firmeza es que un país de la dimensión del Uruguay, puede considerarse casi un caso perdido intentar una estrategia de internacionalización en forma solitaria. Ellos consideran que economías pequeñas no pueden renunciar a su patrón de especialización productivo ni tampoco pueden renunciar a su patrón de especialización regional. Por lo tanto, lo que deberían tratar de hacer es, dentro del gran barrio en el cual están insertos, tratar de insertarse mejor, de tener mayores relaciones comerciales y de promover desde su propio bloque regional una mayor inserción hacia el mundo, lo cual no quiere decir que individualmente no se hagan esfuerzos por lograr a su vez un mejor posicionamiento. El hecho de que nosotros tengamos una buena estrategia enfocada al Mercosur y del Mercosur hacia el ALCA y del ALCA hacia el mundo, por seguir una cadena creciente de integración, no quiere decir que el país no deba buscar las oportunidades que el mundo le ofrece actuando individualmente».
Por ejemplo, un acuerdo bilateral con EEUU…
Por ejemplo. Personalmente, la percepción que yo tengo es que estamos muy lejos de poder lograr un acuerdo con los EEUU, no por falta de disposición de ninguno de los dos gobiernos, sino que estratégicamente hoy no está en los planes directos del gobierno de los EEUU, o del Congreso específicamente, avanzar en un acuerdo de libre comercio con Uruguay, y la explicación que nos daban (porque yo esa pregunta obviamente que la hice) es que el costo de implementar un acuerdo de estas características para la economía y para la sociedad estadounidense es extremadamente alto, en relación a los volúmenes de comercio que se pueden generar por este acuerdo. Y me ponían como ejemplo el caso de que diariamente en la frontera entre EEUU y México hay comercio por medio millón de dólares, y con Canadá, un millón de dólares. Entonces, ese tipo de magnitudes no se puede alcanzar con Uruguay, por lo que desde ese punto de vista ellos lo ven como difícil, pero no porque las condiciones del país no lo ameriten o porque no nos consideren un país serio, porque no reunamos la confianza necesaria que se precisa para hacer esto, sino que simplemente es por una cuestión de estrategia.
¿Quiénes fueron concretamente estos técnicos que tenían esta visión?
Eran técnicos del Departamento de Comercio de los EEUU y también del Departamento de Estado. Una cosa que sí me pareció muy coherente es que las posiciones a nivel de gobierno no difieren de un organismo a otro, hay una postura bastante común.
Porque esto echó por tierra los grandes esfuerzos que está haciendo el gobierno de nuestro país por firmar este acuerdo, y que justamente nos llevó a apartarnos de algo que venía siendo una especie de política de Estado, que era la política exterior de nuestro país, al alejarnos un poco de nuestros socios del Mercosur.
Pero yo creo que igual no debe dejar de intentarse. Yo entiendo que el Mercosur es la estrategia de internacionalización más adecuada para el Uruguay, y desde el Mercosur, hacia fuera. Pero eso no implica que nosotros no podamos intentar otro tipo de iniciativas. Tal vez nosotros hayamos cifrado demasiadas expectativas en la posibilidad de alcanzar un acuerdo de libre comercio rápidamente con los EEUU, pero a Chile le llevó unos cuantos años, y a nosotros, obviamente, no nos iba a llevar mucho menos que a ellos. Entonces, los primeros pasos están dados. Quién dice que en unos años más no lo hayamos concretado, en algún momento había que empezar con esos intentos. Yo creo que el esfuerzo vale, a pesar que son escasas las posibilidades de que se concrete». *
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