Recesión: El Reino Unido se sumó oficialmente a Grecia, Irlanda, Portugal, Italia, Holanda, Bélgica y España
El Reino Unido volvió a entrar oficialmente en recesión este miércoles tras sufrir contra pronóstico una nueva contracción de su economía en el primer trimestre, situación que aumenta la presión sobre el gobierno y su drástico plan de ajuste acusado de asfixiar la economía.
La economía británica registró una caída del 0,2% en el primer trimestre, según la primera de las tres estimaciones oficiales publicada por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
El Producto Interior Bruto (PIB) británico ya se había contraído un 0,3% en el último trimestre de 2011, pero los analistas esperaban que el país evitara una nueva recesión –definida técnicamente como dos trimestres negativos consecutivos– con un leve crecimiento de 0,1% entre enero y marzo.
La contracción fue impulsada por la mayor caída en tres años del sector de la construcción (-3%), mientras que la industria manufacturera continuó también un trimestre más en rojo.
El Reino Unido ya sufrió una profunda recesión en la estela de la crisis financiera que duró cinco trimestres, del 1 de abril de 2008 y al 30 de junio de 2009, período durante el cual la economía perdió alrededor de 7%, según las últimas cifras revisadas.
Esta vez, se produce en medio de un severo plan de ajuste para tratar de reducir un déficit excesivo y enderezar las cuentas públicas, y de una agravación de la crisis de la deuda entre los países que adoptaron el euro.
Aunque el Reino Unido no pertenece a la eurozona, añadió su nombre a una lista de Estados en recesión que incluye ya, entre otros a Grecia, Irlanda y Portugal, Italia, Holanda, Bélgica y desde principios de semana también a España, que son también sus socios comerciales.
El primer ministro David Cameron se declaró «muy decepcionado» por esta recaída, pero insistió en que su gobierno mantendría sin cambios su drástico plan de ajuste durante una comparecencia en el parlamento en la que el líder de la oposición, Ed Miliband, le acusó de haber «creado» la recesión en Downing Street con su ministro de Economía, George Osborne.
«Estamos en una situación económica muy difícil», admitió en la tradicional sesión de preguntas al primer ministro.
«Tenemos que reequilibrar la economía, necesitamos un mayor sector privado, más exportaciones, más inversión», dijo. «Es un trabajo minucioso y difícil, pero vamos a atenernos a nuestros planes, a las tasas de interés bajas y hacer todo lo que podamos para impulsar el crecimiento, la competitividad y el empleo», agregó ante los diputados.
«Recortes desprolijos»
Pero Miliband le instó a cambiar de rumbo afirmando que la recesión era el resultado de «su política económica catastrófica, sus planes de ajuste, y sus recortes demasiado duros y demasiado rápidos».
La recesión es sólo la última de una serie de noticias negativas para el gobierno, como la degradación de las finanzas públicas en marzo, la subida de una décima de la inflación el mismo mes hasta el 3,5% interanual, y la alta tasa de desempleo, de 8,3%, pese a una ligera mejoría en los tres meses que concluyeron en febrero.
Aunque todo el mundo espera que no sea tan severa como la anterior y el gobierno sigue previendo un crecimiento de 0,8% para 2012, autoridades y analistas no son muy optimistas respecto al futuro inmediato.
El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Mervin King, advirtió recientemente del impacto negativo que podría tener en la economía el largo fin de semana de celebración del Jubileo de Diamantes de la reina Isabel II, a principios de junio, que tendrá dos días festivos.
Y para la consultora Capital Economics, «aunque la situación subyecente es probablemente un poco más sólida que lo que muestran los datos oficiales, no hay ninguna garantía de que la mejoría continúe». «Seguimos convencidos de el el PIB se contraerá este años de en torno a 0,5%, agregaron.
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