Editoriales y papelería uruguaya enfrentan también limitaciones
La medida comenzará en julio próximo y alcanza a todos los productos derivados del papel que excedan los 0,06 gramos de plomo cada 100 gramos de papel. Uruguay es un importante exportador de libros y materiales afines con destino a Argentina, y la normativa afectará directamente la industria nacional.
Papeles y demás
La medida que comenzará en etapas a partir de julio en un período que culminará en noviembre, alcanza a libros, diarios, periódicos, cajas, cartones, cartulinas, etiquetas, folletos, bolsas, placas, cheques, postales, papel de decoración, calcomanías, impresos y barajas.
Los fabricantes internos argentinos, no tendrán restricciones sobre los contenidos de plomo de sus productos. Los importadores deberán asegurar con declaración jurada que no se superan los límites establecidos.
Hasta el 60% de la producción de algunas imprentas uruguayas, tiene por destino el mercado argentino: el resto se distribuye entre el mercado interno y Chile en pequeña cantidad.
El 17 de abril, se reune en Buenos Aires el Grupo Iberoamericano de editores, que en esta ocasión preside Uruguay, y el primer tema de análisis será la importación y exportación argentina de publicaciones.
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