Textiles uruguayas compraban tela en China, la cortaban, cambiaban la grifa y la vendían a Brasil
Este jueves, el secretario de Estado se entrevistará con autoridades brasileñas procurando un esclarecimiento de la situación. “Tenemos que tener mayor cuidado”, pidió Kreimerman, al tiempo de reconocer también que otros artículos, como los cobertores y las frazadas que les vendemos a los brasileños, podrían tener mayor cantidad de componentes chinos que los tolerados por las normas “antidumping” de los norteños.
Ejemplo delicado
Para el ministro, lo que se juega en este aspecto no es el relacionamiento comercial entre Brasil y Uruguay, que está fuera de discusión, sino la elusión por parte de un sector específico de la industria uruguaya de leyes y normas por todos conocidos.
Kreimerman consideró el asunto “un ejemplo delicado” del tema “dumping” y prefirió aguardar el resultado de la investigación que se está haciendo con las mercaderías que fueron enviadas a los brasileños.
“Brasil quiere tener un comercio despejado con Uruguay y clarificar los casos donde hay dificultades”, afirmó el ministro al programa De Ocho a Diez, en la radio del Sodre.
Gremio empresarial ataca
El presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, Washington Burghi, salió a los medios de comunicación en agresiva defensa de sus asociados, supuestamente atacados por Brasil y hasta por las ponderadas declaraciones de los ministros uruguayos, los mismos que en estos momentos se las ven en figurillas para sacarles las castañas del fuego.
Las evidencias de aplicación fraudulenta de los requisitos de origen para hacer valer las preferencias arancelarias del Mercosur resultan flagrantes en los informes técnicos de Brasil y Argentina. El ataque destemplado de la CIU o su presidente, sin parar mientes en su efecto contraproducente, se explica porque es la Cámara de Industrias, precisamente, la autora y responsable de emitir los Certificados de Origen, con cuyos proventos, además, financia la mayor parte de su costoso funcionamiento.
Las objeciones de Brasil y Argentina al origen uruguayo de las mercaderías, certificado por la Cámara de Industrias, resultan un grave cuestionamiento a dicho gremio empresarial, más allá de la dudosa pertinencia de llamar «industriales» a empresarios inescrupulosos que no realizan actividad industrial alguna. Compran en China, cambian la etiqueta y venden a Brasil. En todo caso, deberían afiliarse a la Cámara de Comercio.
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