Industria textil uruguaya sigue en problemas: buscan en el mercado hotelero interno la solución

El sector textiles y vestimenta tenía más de U$S10 millones en exportaciones hacia Argentina, demorados por las trabas que nuestro vecinos han impuesto a todas sus compras en el extranjero como forma de prevenir las consecuencias de la crisis global.

La semana pasada se logró destrabar la situación al más alto nivel: ahora restan unos U$S 2,5 millones de dólares en insumos para enviar allende el Plata, lo que ocurrirá a la brevedad posible, según se acordó entre ambas partes.

Mientras tanto desde Brasil las noticias son poco halagüeñas: los vecinos del norte tienen bajo lupa a todas las importaciones textiles provenientes de Uruguay, en tanto entienden que se están realizando acciones ilegales de dumping desde nuestro país, al incorporar en las materias primas, e incluso en los productos terminados, insumos de origen chino de mucho más barato costo, pero prohibidos por la actual legislación brasileña.

En ese marco, y con un mercado interno a la fecha sin mayores expectativas para la industria nacional, las empresas están bajo amenaza de cierre, algunas ya con serias dificultades financieras.

Así las cosas, el Gabinete Productivo estudia la posibilidad de que el mercado turístico-hotelero, sea la tabla de salvación para algunas fábricas: el alto consumo de “blanco”, toallas y sábanas permitiría, si no una solución, al menos un fuerte alivio para colocar la producción.

Para ello no obstante los precios deberían variar, ya que actualmente la competencia de lo importado es francamente favorable a los insumos extranjeros; para ello debería haber franquicias tributarias cuando menos, algo que el gobierno aún no parece dispuesto a estudiar como opción primigenia.