Con casi 500.000 millones de euros otorgados, el BCE alivia a la zona euro
(AFP: François Becker) Para el BCE, que lleva a cabo por primera vez una operación similar, es un éxito. En total 523 bancos de la zona euro pasaron por el mostrador de Fráncfort para llevarse la suma de 489.000 millones de euros a tres años.
Aunque divididos, los economistas preveían una demanda entre 100 y 500.000 millones.
El monto de la operación era ilimitado, lo que significa que los bancos podían pedir y obtener tanto dinero como deseasen, a condición de que pudiesen proveer suficientes garantías (las «colaterales») al BCE.
La inyección neta en el sistema bancario europeo luego de la operación es de menos de 200.000 millones de euros, el resto corresponde a préstamos a una semana, tres meses o un año, que los bancos no renovaron estos últimos días en vistas de esta operación especial.
Esta liquidez es bienvenida por los bancos de la zona euro, que tienen importantes necesidades de refinanciamiento para 2012 y mucha dificultad para encontrar los fondos en el mercado en donde los inversores no les tienen confianza.
Más de 600.000 millones de deuda bancaria vencen en 2012, de los cuales 230.000 millones sólo en el primer trimestre, recordó el presidente del BCE Mario Draghi.
Evitar el derrumbe
«Con una ayuda tan generosa, el espectro de bancarrotas de las instituciones financieras por problemas de liquidez debería alejarse, y hacer desaparecer uno de los riesgos que podrían provocar un deterioro de la crisis de la deuda», señaló Christian Schulz del banco Berenberg.
El BCE espera principalmente que los bancos utilicen este dinero para prestar a los hogares y empresas de la zona euro y evitar el derrumbe del crédito que sería devastador para la economía.
Las bolsas europeas y el euro saludaron este resultado, pero redujeron luego sus ganancias con la incertidumbre sobre la crisis aún latente.
En efecto, parece poco probable que la liquidez distribuida sirva a ayudar a los Estados frágiles de la zona euro, como lo esperaban algunos en las zona euro, como el presidente francés Nicolas Sarkozy.
En el papel, la liquidez levantada por los bancos a bajo costo puede ser lucrativamente reinvertida en bonos de Estado, algunos ofrecen tasas muy interesantes.
«Los préstamos a tres años de hoy son el equivalente de casi una vez y media el programa de colocación de bonos de España y de Italia en 2012″, comentó Martin Van Vlie, economista de ING.
«No obstante, no sabemos si este dinero será utilizado principalmente para comprar deuda periférica«, dado que esos títulos serían contabilizados en los balances por su valor de mercado, que es bajo, según el economista.
La mayoría de los grandes bancos tienen otras prioridades, como cubrir sus propios vencimientos, y no desean comprar activos de riesgo que podrían costarles una rebaja en su nota de calificación financiera, según Schulz.
Primer signo alentador sin embargo, España aprovechó el martes de la distensión en los mercados para colocar más bonos de lo previsto a tres y seis meses por 5.640 millones de euros con una tasa que bajó fuertemente.
Al final de cuentas, la operación a tres años «no va a salvar la zona euro», estimó Jonathan Loynes, de Capital Economics. «Las sumas en juego no se sustituyen a las compras más importantes, o a las garantías, que los mercados esperan del BCE», agregó.
Desde hace meses la entidad de Fráncfort está bajo presión para que resuelva la crisis comprando masivamente títulos de deuda. Pero se rehúsa a hacerlo ya que lo considera contraproductivo y evoca su independencia así como la prohibición del Tratado Europeo de financiar a los Estados.
Otro avance para la zona euro, el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, convocó para el 30 de enero la próxima cumbre de dirigentes europeos. La reunión estará otra vez dominada por la crisis de la deuda y en particular el proyecto de pacto de disciplina fiscal sobre el cual las tratativas comenzaron el martes.
Alemania, cuya deuda continúa siendo un valor refugio en la zona euro para los inversores, anunció que contaba colocar menos en 2012, con 250.000 millones de euros previstos contra 275.000 millones que levantó este año.
La víspera, Francia fijó en 178.000 millones de euros la suma de los bonos a mediano y largo plazo que serán colocados en los mercados en 2012, un poco menos que el año pasado.
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