Llevamos 400 meses consecutivos de temperaturas anormales

El cambio climático deja de ser un pronóstico y se convierte en una realidad tangible y de la cual no podemos escapar (por decisión colectiva). Esta semana, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) declaró que en abril de 2018

Eso significa que la última vez que la Tierra estuvo más fresca que ese promedio fue en diciembre de 1984.

Esta racha de tres décadas no es una casualidad, comentaron los científicos de NOAA. «Se debe principalmente al calentamiento antropogénico (causado por los humanos)», dijo el climatólogo de NOAA, Ahira Sánchez, a CNN. » El cambio climático es real y continuaremos viendo un aumento en las temperaturas globales en el futuro», auguró.

Las temperaturas crecientes podrían explicarse por causas naturales como El Niño, pero como señaló Sánchez, «si eliminaras el factor humano, aún verías una variabilidad».

Por ejemplo, los efectos de enfriamiento del fenómeno La Niña o una erupción volcánica habrían reducido la temperatura en algunos años, pero la evidencia científica comprueba que los humanos están influenciando la temperatura de la Tierra y el clima quemando combustibles fósiles.

Calor y más calor: antesala a la catástrofe

La NOAA anunció también que abril de 2018 fue el tercer abril más cálido en el registro global de datos de temperatura de la agencia, que data de 1880. Además, el período entre enero y abril fue el quinto más cálido en 139 años de registros continuos.

Eso es bastante notable, especialmente si se vive en los Estados Unidos de Donald Trump, un fanático negacionista del calentamiento global. En el pasado invierno del hemisferio norte, hacía tanto frío en la costa este estadounidense que el presidente Trump -que a menudo confunde el clima y el tiempo-, comentó : «tal vez podríamos usar un poco de ese buen viejo calentamiento global aquí».

Mientras que Norteamérica fue más fría que el promedio durante los primeros meses del año, otros países y gran parte del Hemisferio Sur establecieron récords de calor. La región central de Pakistán, por ejemplo, experimentó una abrasadora temperatura de 51 y hasta 52 grados centígrados el 30 de abril.