Una forma de ayudar al cuidado del ambiente utilizando lámparas LED
El cuidado del medio ambiente no es tan difícil como parece, ni tan costoso. Con un sencillo cambio en el hogar, como cambiar las lamparitas por luces LED, los beneficios para el planeta pueden ser enormes.
Existen infinitas formas de ayudar al planeta, muchas de las cuales se pueden implementar sin grandes esfuerzos. Una manera sencilla es cambiar las fuentes de luz del hogar por lámparas de tecnología LED, que no contaminan ni durante su uso ni después de terminar su vida útil.
Como no contienen gases ni mercurio, este tipo de lámparas consume mucho menos energía y no produce cantidades significantes de contaminación ambiental. Además, no se calientan y duran años – mucho más que las bombillas normales.
El uso de una lámpara LED produce unos 20 kilogramos de gases contaminantes durante su vida útil, lo que significa una cantidad menor a las lámparas de bajo consumo, que producen 34 kilogramos. Esta diferencia se intensifica si se la compara con los focos incandescentes, que generan 150 kilogramos de gases.
Para dar un ejemplo más visual, usualmente se dice que un semáforo que sustituya las bombillas por diodos LED consumirá 10 veces menos con la misma luminosidad.
Además de contaminar menos, son más baratas
Además de representar una enorme ayuda al planeta, las lámparas de tecnología LED implican también una reducción de costos, pues disminuyen en un 75% el consumo de electricidad. Si se la compara con una bombilla incandescente, una lámpara LED consume veinte veces menos.
Por otro lado, aunque pueden implicar un costo mayor a la hora de comprar la lámpara, la inversión se ve justificada porque estas luces duran más horas encendidas. Una lámpara LED estándar dura, en promedio, unas 8000 horas. En comparación, una lámpara de halógeno dura 2000 horas (cuatro veces menos que una LED) y una fluorescente 3500 horas (menos de la mitad).
Otras ventajas de las lámparas LED:
Tamaño: con la misma intensidad de luz, una lámpara LED ocupa menos espacio que una bombilla incandescente.
Luminosidad: la luz producida por tecnología LED es más brillante que una bombilla y no está concentrada en un punto (como el filamento de la lamparita) sino que se distribuye de igual forma en toda la lámpara.
Duración: una lámpara LED puede durar hasta seis años encendido de manera constante, lo que representa unas 50 veces más que una bombilla normal.
Consumo: las lámparas LED consumen cantidades significativamente menores de energía.
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