Los pesticidas son los principales sospechosos de la muerte de abejas

Las Apis Mellifera, conocidas comúnmente como las abejas melíferas, cumplen un importante rol para la naturaleza y el ser humano, ya que no solo producen miel, sino que también son un medio polinizador y nos prestan servicios ambientales. Un tercio de los cultivos para alimentos en el mundo, depende la polinización de las abejas.

Actualmente se está produciendo un fenómeno llamado el síndrome de desaparición de colmenas (CCD en inglés) que preocupa a apicultores, agricultores y científicos. Esta situación ocurre en los países desarrollados, pero Latinoamérica se encuentra en el mismo camino.

El principal sospechoso es el ser humano por su uso indiscriminado de los pesticidas. En la Unión Europea se está legislando la prohibición de pesticidas de los grupos Bayer, Syngenta y Cruiser OSR en algunos períodos del año ya  que contienen los tres neonicotinoides incriminados — imidacloprid, tiametoxam y clotianidina —.

¿Qué pasará cuando muera la última abeja?

El Ing. Agr. Salvador Sangregorio y sus colaboradores, de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Alto Valle, realizaron un experimento para comprobar que pasaría en tal escenario.

En el trabajo se demostró que los árboles aislados de las abejas desarrollaban muy pocos frutos. Particularmente, ensayos sobre árboles de peras de la variedad Abate Fetel, se determinó que la producción cayó un 40%. Lo mismo ocurrió con otros cultivos como almendros, colza y vicia.

La Dra. Marina Basualdo, investigadora y docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias de Buenos Aires expresó: «Un tercio del alimento que se consume en el mundo depende de la polinización por abejas para su producción». La doctora enfatizó que se debe «concientizar a los diferentes actores involucrados en los sistemas productivos de las amenazas que perjudican a las abejas y consecuentemente la producción de alimentos».