A LOS CRACKS QUE NO LLEGARON...

Jugar en selecciones juveniles uruguayas no siempre asegura el futuro

Para cualquier «botija» que comienza a correr detrás de una pelota, el sueño es obviamente llegar a jugar en Primera División, pero el objetivo final, podría decirse que el súmmum de su carrera, es ponerse alguna vez la celeste en el pecho y con ello cumplir con el mandato que otrora dejaron las grandes estrellas celestes, defendiendo con gallardía la enseña patria y dejando bien en alto los prestigios de nuestra casaca uruguaya.

Quizás en estos tiempos modernos donde el dinero manda a todo nivel y en el que las diferencias entre equipos del mundo lo marca quien pueda tener en sus plantillas a los mejores jugadores pagos, el anhelo de vestir la celeste pueda quedar en un segundo plano y sólo importa hacer la gran diferencia económica.

Sin embargo paradójicamente los antecedentes en color celeste para cualquier jugador uruguayo son un pasaporte a las mejores transferencias, fundamentalmente si el que las maneja es «Paco» Casal, de gran poder en Europa como lo ha demostrado infinidad de veces.

Obviamente los jugadores uruguayos que sobresalen en Italia y España fundamentalmente y la base de los equipos grandes en Uruguay, son representados por este empresario.

Pero el camino debe hacerse desde abajo. Unos llegan y otros quedan por el camino, aun aquellos que llegaron a vestir la casaquilla celeste en su etapa juvenil llámase sub 17 o sub 20, que son las categorías que compiten internacionalmente por más que también hay algunos antecedentes a nivel de sub 15.

Sin embargo, y aunque pueda parecer algo ilógico, no siempre jugar en una selección juvenil, asegura el futuro y esto es un hecho comprobado.

Muchísimos jugadores con trascendencia a nivel juvenil, incluso con títulos sudamericanos a cuestas, posteriormente no pudieron sobresalir ni siquiera a nivel local. Otros con un poco más de suerte no trascendieron más allá de algunas temporadas en equipos de Primera División en el orden local.

Y el filtro es categórico porque cuanto más arriba se «trepa» más fina se hace esa escalera al éxito.

Así que, en definitiva, nuestra conclusión es que no siempre el tener la celeste en el pecho te asegura un futuro auspicioso.

Los últimos 20 años

No nos vamos a ir tan atrás en el tiempo sino que vamos a tomar como referencia los últimos 20 años, para explicar este análisis.

Por otra parte coincide con la última conquista a nivel de sub 20 en el continente cuando liderados por Francescoli, «Polilla» Da Silva, «El Vasco» Ostolaza, «El Tano» Gutiérrez y Zeoli entre otros, Uruguay lograba en 1981 en Ecuador, aplastar a Argentina 5 a 0 y ser el monarca de América.

En aquella selección, llena de pequeñas «estrellas» como los nombrados, estaban además: «Charlie» Batista, Jorge Villazán, Pedrucci, el lateral Carlos Vázquez que después jugó en Peñarol, Javier López Báez, Carlos Berrueta, Adolfo Barán. Pero hubo otros que posteriormente «titilaron» con menos fuerza y no lograron la trascendecia adecuada como el portero Jorge Ananía, Carlos Melián, Eduardo Linaris, Gustavo Ancheta y Mario Calero entre otros.

A partir de Ecuador y hasta la actualidad, Uruguay no se subió más a lo más alto del continente. Dos años más tarde en Bolivia, Uruguay terminó tercero, debajo del campeón Brasil y de Argentina.

Los celestes dirigidos por José Etchegoyen mostraron jugadores que ya eran figuras salientes en sus equipos en ese momento y que luego trascenderían internacionalmente como Ruben Sosa, «El Pato» Aguilera, «El Cabeza» Zalazar, «El Chueco» Perdomo, «El Chango» Pintos Saldaña, Gerardo Miranda y «Coquito» Rodríguez que incluso ya había sido campeón del mundo con Peñarol en 1982.

Pero además, estaba en aquel plantel entre otros Daniel Arias, Carlos Martínez de Defensor Sporting, el portero Mario Picún, Marcelo Vilar de Miramar Misiones, Héctor Ayala de OFI, el volante Jorge Martínez de IASA, el danubiano Daniel Uberti, y nuevamente Gustavo Ancheta, que siguieron, pero sin proyectarse a nivel internacional salvo excepciones.

Un grupo con varios talentosos

En 1985 el técnico Aníbal Gutiérrez Ponce se nutrió de jugadores que militaban en Primera División, y ní así pudo con el Brasil campeón de Renato, Romario y Paulo Silas en el Sudamericano de Paraguay que ya mostraba a Chilavert en sus tres caños.

Esa Selección celeste mostró a «Coquito» Rodríguez y Sosa en toda su dimensión acompañados de talentos como «Puro» Beninca, «Pollo» Vidal, «La China» Báez, Eduardo Da Silva, Gonzalo Díaz,

Edison Suárez, Alfonso Domínguez que provenía de Durazno, Juan André Larre, Gustavo Roverano.

También integraron esa Selección, aunque posteriormente no se proyectaron Luis Romero, Carlos Correa, o el propio Ricardo Cubilla, hijo del actual técnico de Olimpia de Asunción, entre otros.

Dos años más tarde, el maestro Washington Tabárez tuvo su oportunidad en Colombia y terminó igual que sus antecesores. Sin llegar al cetro pese a que contaba con jugadores que luego rayaron a nivel internacional (algunos de ellos actualmente están en actividad) como Sergio Martínez, «Polillita» Da Silva, «El Vikingo» Rabajda, el propio Gustavo Poyet, Richard Rodríguez, Gabriel Correa, Ruben Pereira, Sergio Umpiérrez, Carlos Lage .

Pero hubo otros jugadores que también fueron celestes en Colombia como Tidio Perdomo, Marcelo Paolino, Daniel Hernández de Miramar Misiones, Alvaro Amarilla de Nacional, Washington Hernández, Sergio Vargas, Luis Duarte, que pasaron sin grandes luminarias.

El turno de Gregorio y otros tanto por el camino

En Argentina en 1988 fue el turno del técnico Gregorio Pérez, pero la participación fue lamentable y terminó eliminado en el grupo de cinco equipos. Sin embargo tenía jugadores de peso que se transformarían luego, con el tiempo, en rutilantes estrellas internacionales y de la Selección mayor como el propio Gabriel Cedrés, Diego Dorta, Marcelo Saralegui o que fueron figuras a nivel local tal el caso del arquero Escames, «Nano» Dos Santos, Rafael Bianchi, Enzo Azambuja, Diego Mugica y otros que jugaron en Primera División como Leonardo Castiñeiras o el «Bocha» Fagúndez. Pero integraron aquel plantel jugadores que luego no trascendieron mayormente como Enrique Etcheverry, Angel Vidal, Andrés Bianchi, Alejandro Chiminelli, Juan Eduardo Bentancur, Horacio Arispe y José López entre otros.

En Venezuela en 1991 Uruguay escaló y terminó igual en puntos que Brasil y Argentina, pero fue tercero por saldo de goles. El técnico Juan José Duarte contó con figuras importantes ya en aquel momento, y que luego competirían a nivel internacional como Paolo Montero, Marcelo Tejera, Washington Tais, Darío Silva, Osvaldo Canobbio, Líber Vespa, Robert Lima, Andrés Martínez, Josemir Lujambio, pero además en aquel plantel estaban también Gustavo Ferreira, Gerardo Severo, Gabriel Delor, el portero Andrés Larrosa Alejandro Mitarián, Alvaro Marenco, Christian Peñalba, Luis Márquez entre otros.

Al año siguiente, se jugó un sudamericano en Colombia clasificatorio para el mundial de Australia y en esa ocasión jugaron futbolistas de peso como «Petete» Correa, Tabaré Silva, Diego López, Rodrigo Lemos, Edgardo Adinolfi, Néstor Correa, Gabriel Alvez, pero además integraron el plantel el arquero Sergio Martínez, Nelson Olveira, Marcelo Dapueto, Alejandro Traversa, Marcos Madruga, Diego Pérez, el arquero Javier Menéndez, Sergio Sena, Alejandr
o Márquez, Fernando Rodríguez, Diego Campos
.

En sub 17 se acentúa aún más los que no llegan

En cuanto a la sub 17 se notan más los jugadores que pese a vestir la casaca color cielo, igualmente quedan por el camino. Para peor — porque ello podría servir como «ayuda»– desde que comenzó a jugarse en 1985 el sudamericano de Argentina, Uruguay nunca pudo acceder al título.

En ese primer plantel (1985) estuvieron jugadores como Eber Moas, Edgar «Pompa» Borges y Danilo Baltierra como las figuras salientes, que luego brillaron a nivel internacional, y otros como Alvaro Generali, Oscar Suárez, José Cardozo que llegaron a jugar varias temporadas en Primera División.

Pero además integraron ese equipo otros futbolistas que no brillaron como Gabriel Chenlo (Peñarol), Carlos Sicco (libre), Pablo Fernández (Cerro), Sergio Martínez (Miramar Misiones), Gonzalo Cigluitti (Nacional), Gabriel Dellepere (Danubio), Carlos Silvera (Nacional), Sergio Cabral (Danubio), Federico Lieutier (Nacional).

Posteriormente, en el Sudamericano de Lima, el técnico Luis Romero llevó un grupo sin demasiados conocidos, aunque los que sobresalieron años más tarde fueron Diego Dorta, Marcelo Saralegui, Gabriel Delor y Rafael Bianchi. En el plantel que fue eliminado en su serie figuraron otros como Leonardo Castiñeiras y Wadir Guerrero (Danubio), Leonardo Villasante (Nacional), Karyl Medina (Bella Vista), Leonardo Barizzoni (Peñarol), Gustavo Tejería, Marcos Garín y Pablo Irigoyen (OFI), Martín Miraballes (Nacional), Rodolfo Armas (Central Español), Gabriel Pereira (Danubio), Juan Bentancur (Nacional). Luego, en 1988 en Ecuador, hubo otra frustración al ser eliminados en la serie en otro Sudamericano. Las «figuras» que se proyectaron años más tarde fueron Rodrigo Lemos, Marcelo Tejera, Carlos Nicola, Osvaldo Canobbio, Elbio Tolosa, Gustavo Rehermann, pero también integraron ese equipo Isabelino Barrios, Lester Berrospe (Cerro), Marcelo González (Peñarol), Diego Eiroa (River Plate), Carlos Barboza (Nacional), Ignacio Dorta (Peñarol), Marcelo Da Rosa, (Bella Vista), Luis Alvarez (Peñarol), Wilmar Arbelo (Nacional), Ricardo Larrama (Peñarol), Diego Bresciani (River Plate), Maximiliano Olivera (Nacional) .

Una década después del último título

Para el sudamericano siguiente en 1991 Uruguay fue segundo detrás de Brasil, y Jesús Rodríguez tuvo jugadores que luego trascenderían como por ejemplo Juan Martín Parodi, Tabaré Silva, Luis Jonne, Alejandro Traversa, Diego López, Néstor Correa, Gustavo Díaz, Javier Delgado, Raúl Salazar, Marcos Madruga y Carlos Macchi. Pero hubo otros que no corrieron con la misma suerte, como Marcelo Suberbie, Carlos Genta, Diego Goñi, Yanny Rodríguez y Sergio Benítez, entre otros.

Para el juvenil de Colombia 93 el «Bebe» Castelnoble fue con todo y fue un fracaso porque quedó eliminado en la serie. Sin embargo, de ese plantel se destacaron, con los años, futbolistas como Martín Rivas, Federico Magallanes y Sebastián Abreu y otros que juegan en Primera División como Federico Rariz, Omar Pérez, Ignacio Bordad, Eloy Carrizo y Germán Siri.

También integraron ese plantel Dario Mena, Gustavo Bentos, Eduardo González, Leonardo Medina, Pablo Cor, Daniel Rodríguez, Daniel Cubón y Leonel Rodríguez que pasaron sin mayor preponderancia con alguna excepción.

Luego, ya en 1995, el plantel se conformó con jugadores que hoy están en pleno ascenso porque rondan los 21 y 22 años, aunque algunos ya traspasaron las fronteras y se fueron al exterior como Marcelo Zalayeta, Mario Regueiro o Fabián Carini —que integran además la Selección mayor– «El Grillito» Biscayzacú, Eduardo Pellegrín, Fernando Carreño, y otros que son figuras en sus equipos como Diego Rariz, Sarkissian, Máximo Lucas, Carlos Díaz, Fernando Pérez, además de Sebastián Denegri, Fernando Albermager, Diego Varela, etc.

En conclusión, aunque parezca sencillo, no siempre ponerse la celeste en el pecho para defenderla a nivel internacional en materia juvenil, asegura el futuro. Muchos corrieron sus ilusiones en las canchas de América, muchos palpitaron con la gloriosa enseña y sin embargo, el fútbol «grande» luego no les dio cabida. *

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