Dopaje y otra  vez incidentes

La mañana del 15 no fue una más. Un nuevo caso de dopaje en el básquet y otra vez denuncias de incidentes en la DTA. Mientras la Liga Uruguaya busca ponerse al día en el calendario, los clubes invierten tratando de mejorar sus potenciales, y aún no cerramos la primera rueda de la etapa de clasificación, cuando nuevamente es noticia la violencia y la droga en el ambiente. Hace un par de temporadas y luego que le diera positivo un control, Federico Haller señalo con crudeza «El 80% de los jugadores se drogan o probaron alguna vez» y el tiempo lleva a que se sigan confirmando un montón de casos positivos. La estadística asusta, entre controles realizados y resultados positivos. Es un tema que debe seguir siendo enfocado por las instituciones, con profesionales, y mucha constancia desde muy abajo. El positivo fue para el «Pebete» Olejnik que es reincidente y a los 27 años ya se queda sin jugar. La reglamentación de nuestro deporte, cruel por cierto, le saca la ficha definitiva al deportista cuando es reincidente. Al igual que ocurrió hace un par de temporadas con Nicolás Barrera, ahora es con Luis Olejnik. No creo que sea el camino acertado para la recuperación de ningún deportista, y siendo más profundo, de ninguna persona: alejarlos del deporte para intentar que se curen y recapaciten. Cada positivo que sale a escena tiene que ser un mensaje fuerte y de realidad para todos los jugadores de nuestra competencia, pasando por los de formativas hasta los de élite.

El otro tema es la violencia. El lunes llegar a Welcome y ver la calle cerrada, vallas, granaderos, carros en la esquina, generaba una sensación de gran incomodidad. Si no tuviera que trabajar comentando ese juego, seguramente como lo hizo una gran mayoría hubiera tomado la opción de escucharlo por radio o verlo por TV. No es oportuno pensar en ir con tu familia, mujer, hijos, sabiendo que ya el ingreso al espectáculo es tan agresivo. Lo curioso es que igualmente y a pesar del fuerte dispositivo algunos problemas afuera existieron. Es de nunca acabar. Welcome tiene que atacar el tema con cierto cuidado. Su dirigencia, que también lucha con otras responsabilidades, sabe que ya pasaron cosas este mismo año en formativas que lo dejaron mal parado. Welcome está trabajando con seguridad propia, con gente claramente identificada, pero se están «colando» sujetos, y parciales, que no son de su club, sí del barrio y que les están ocasionando problemas.

Lo ocurrido en la DTA fue grave y trajo consecuencias. No es fácil opinar cuando no se estaba en la cancha, pero sí pude escuchar los testimonios de Rava y Lozano, y se nota claramente que la pasaron mal. Hay denuncias policiales y había autoridades presentes. Si hay responsables claramente identificados, ya sea jugadores o parciales, los tribunales deben ser bien claros. Nada de paños tibios. La violencia no permite mano blanda con quienes ponen en jaque la tranquilidad de las familias y la integridad de las personas. Este debe ser un tema de todos y no de unos pocos.