Pedro y la herencia de los brasileños manyas
Jair Goncalvez Prates, campeón de Brasil con el Inter, jugó la final de la Libertadores de 1980 frente a Nacional, y tras un préstamo en Cruzeiro llegó a Peñarol para 1982, en una negociación que incluía el pase de Ruben Paz al Colorado de Porto Alegre. Ha de ser de los brasileños que mayor destaque lograron en nuestro fútbol, pues al margen de sus notables condiciones, su currículum incluye los títulos de campeón del Uruguayo 1982, de la Libertadores e Intercontinental. Convirtió el gol con el que Peñarol venció a Flamengo en Maracaná y se metió en la final de América, y en Tokio fue autor del «gol Toyota», que generaría la famosa polémica por no haber compartido el premio del auto con sus compañeros. ¿Es João Pedro tan parecido a Jair? Para algunos sí, para otros no tanto. Pero, comparaciones al margen, la historia de Pedro en Peñarol recién empieza a escribirse, y tal vez cargue con la pesada mochila de la herencia de gloria que dejaron varios compatriotas suyos.
Por ejemplo, Leonidas da Silva, un goleador que llegó desde el modesto club Bomsucesso. Fue el primer brasileño de Peñarol cuando amanecía el profesionalismo, en 1933. Ese año, Nacional incorporó al fenomenal zaguero Domingos da Guía (formó recordado triángulo final con el arquero García y José Nasazzi) pero el duelo de brasileños solo se dio en uno de los tres clásicos de 1933, ya que Leonidas estuvo ausente en los otros dos.
Si bien no fue campeón ni anotó contra el tradicional rival, Leonidas dejó su marca en nuestro fútbol con 11 goles en 16 encuentros, y fue en Uruguay donde se ganó la fama y un lugar en la Selección de su país. Un año en Peñarol y se fue a Vasco da Gama, y jugó el Mundial de Italia 34, donde Brasil fue eliminado en el primer partido y él convirtió el único gol. Pero en Francia 38 pasaría a la historia al consagrarse goleador del Mundial y ser protagonista de una de las anécdotas más recordadas de la historia de los Mundiales. Los brasileños estaban confiados en que la semifinal ante Italia era pan comido, y reservaron a su estrella para la gran final, pero Leonidas terminó jugando el partido por el tercer puesto.
Fue el delantero brasileño más célebre de los años 30 y 40, y se le atribuye la invención de la jugada denominada «bicicleta».
Los primeros «garotos»
Al año siguiente, Peñarol vuelve a seducir a un brasileño con una gran oferta. Luis Macedo, «Feitiço», tras 6 años en el Santos y uno en Corinthians, llegó en 1934 con 33 años de edad y hasta jugó una de las finales pendientes del Uruguayo 1933 (fue campeón Nacional). Se lo recuerda por sus cabezazos fulminantes, y era un innovador pues con su cabeza le daba una dirección a la pelota de arriba hacia abajo para dificultar la acción del arquero. A fines del 34 y durante todo 1935 se destaca convirtiendo goles en cuatro de cinco clásicos consecutivos (el otro terminó 0-0) y acumulando dos victorias y tres empates. Fue campeón del Uruguayo 1935 y luego de ese torneo se fue al Vasco da Gama. Fue en Uruguay donde lo apodaron «Artillero», y ese mote lo acompañaría en su regreso al fútbol brasileño.
También en 1934 hubo un puntero derecho brasileño, llamado Bahía (João de Almeida), a quien algunas fuentes históricas le atribuyen haber sido el que remató la pelota que generó el famoso «gol de la valija» (rebotó en el maletín del kinesiólogo y al volver a la cancha la agarró Braulio Castro y la metió en el arco), aunque otros historiadores señalan a Pellegrín Anselmo.
En esa misma década hubo un par más de brasileños. En 1936 y 37 un zaguero, Mario Barrada, que fue campeón los dos años. Y Sylvio Pirillo, un delantero que vino del Inter, jugó en 1939 y 40 (años del quinquenio tricolor) y solo es recordado porque figura en los libros de historia.
Otro olvidado que dice presente (diría Yannuzzi) es Anito do Carmo Lópes, un delantero que apareció en el Torneo Competencia de 1944 y debutó con 3 goles en un 7-2 de Peñarol sobre Racing. Tampoco dejó un gran recuerdo, pero integró el plantel que ganó el Uruguayo de ese año y evitó el sexenio de Nacional.
Salvador, Moacyr, Milton Dias
Todos se acuerdan de «Salvador», quien se llamaba Milton Alves da Silva.
Medía como dos metros y jugaba de «3» o de «5». Llegó para 1958 y se fue después de ganar en 1960 el tercer Uruguayo consecutivo. No completó el quinquenio pues lo adquirió River argentino para 1961, pero allí no tuvo el éxito y al año siguiente fue a préstamo a San Telmo. «Salvador» fue de los extranjeros más condecorados en la historia carbonera, pues además de ser titular en los tricampeonato, fue partícipe de la Copa Libertadores de 1960.
Los que peinan canas, y los que ya ni pelo les queda, recuerdan una jugada que forma parte del anecdotario de los clásicos: resulta que «Salvador» arrinconó al tricolor «Ciengramos» Rodríguez contra el banderín del córner de Colombes y Olímpica, y el habilidoso «Ciengramos» salió del encierro pasándole la pelota por los caños al gigante brasileño.
Otro fenómeno fue «Moacyr» (Claudino Pinto da Silva), que integró el plantel de Brasil en Suecia 58, aunque no llegó a jugar. Procedente de River argentino, era un entreala («8″ o «10») que alternaba con Abbadie o Rocha. Fue campeón en 1962 cuando dirigió el húngaro Bela Guttman, que renunció en octubre y asumió Peregrino Anselmo. «Moacyr» siguió en el club en 1963 y se fue.
Milton Dias era un centrodelantero que trajo Fénix (venía del Fluminense) y en 1965 pasó a Peñarol para formar parte del plantel campeón del Uruguayo de ese año y de la Libertadores de 1966, aunque en la Copa no llegó a jugar ni un minuto. Es que delante suyo había fenómenos de la talla de Spencer, Joya, «Lito» Silva y Rocha.
Los últimos
Estuvo Jair en 1982, y para 1983 llegó Ismael Sabino «Ticao». Procedente de Vasco da Gama, tenía 23 años y su pase estaba arreglado para Udinese, pero Juan Figer lo trajo a Peñarol, con quien jugó el torneo local, la Libertadores y el Mundialito de Clubes en Italia.
Ruben Jacob «Rubao», fue otro delantero que estuvo en 1983 y tampoco rindió demasiado. Paulo Alves «Paulinho», al menos quedó en la historia por el gol del clásico de 1991. Y Luciano Barbosa «Cafú», estuvo desde 1998 a 2002, ganando un Uruguayo (1999) y varios torneos cortos en esos cinco años. Claro que «Cafú» ya era conocido en Uruguay pues había jugado en Cerro.
Un gran bagayo resultó José Adao Fonseca, un «9» corpulento de triste y fugaz pasaje en el segundo semestre 2001. Defendiendo a la selección de Santa Catarina le había hecho un gol a Uruguay, en un amistoso, y despertó el interés de Julio Ribas. Pero el propio DT admitiría en los hechos que se trataba de un bagayo: durante el segundo tiempo del clásico decisivo del Clausura 2001, lo mandó a la cancha a ver si revertía el resultado, y faltando pocos minutos lo sacó, y terminó jugando con el «Vasco» Aguirregaray de «9».
Particular es el caso de Luiz Nunes, apodado «Garotinho». Es que llegó a la Tercera División de Peñarol sin antecedentes en clubes profesionales de Brasil. Nacido en Livramento, este zaguero formó parte de los planteles de 2003 hasta 2007.
Procedente de Rentistas llegó Elías Ferreira «Zinho» en la temporada 2006, pero casi ni jugó. Se había destacado como goleador en los años anteriores con los Bichos Colorados, pero no repitió con la amarilla y negra.
Silvio Mendes fue un brasileño que vino a Peñarol cuando el técnico era Gregorio Pérez. Llegó para el Clausura 2007 y solo permaneció seis meses, aunque pasó a la historia convirtiendo dos goles y medio en el clásico. El «medio» gol fue porque en una jugada aérea generó que Vanzini la metiera en su propio arco.
Finalmente, Marco Antonio García Nascimento «Nasa», estuvo en el segundo semestre 2007, cuando asumió Matosas. Llegó desde Rampla y no lució.
LOS BRASUCAS MANYAS
J
UGADOR (APODO) EN PEÑAROL
LEONIDAS DA SILVA 1933
LUIS MACEDO «FEITIÇO» 1934-35
JOÃO DE ALMEIDA «BAHIA» 1934
MARIO BARRADA 1936-37
SYLVIO PIRILLO 1939-40
ANITO DO CARMO LOPES 1944
MILTON ALVES DA SILVA «SALVADOR» 1958-60
CLAUDINO PINTO DA SILVA «MOACYR» 1962-63
MILTON DIAS 1965-66
JAIR GONCALVEZ PRATES 1982
ISMAEL SABINO «TICAO» 1983
RUBEN JACOB «RUBAO» 1983
PAULO ALVES «PAULINHO» 1991
LUCIANO BARBOSA «CAFU» 1998-2002
JOSÉ ADAO FONSECA 2001
LUIZ NUNES 2003-07
ELIAS FERREIRA «ZINHO» 2006
SILVIO MENDES «SILVINHO» 2007
MARCO NASCIMENTO «NASA» 2007
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