bioGrafía. LUIS SUÁREZ, SU DURA NIÑEZ, SU BELLO PRESENTE

la traumática vida del rebelde goleador celeste

Nació en el Barrio Cerro, de Salto, y a los 4 años bajó a la capital con su familia. Hacía primaria en la Escuela Nº 171, en Nicaragua y Cufré, cuando de Danubio se comunicaron con su padre y le ofrecieron plata, pero Luis no quiso. Tiempo después estaba de vacaciones en el Litoral y lo llamó el papá de un compañero (Martín Píriz) para que probara suerte en el baby de Nacional. Meses más tarde, los dirigentes tricolores José Luis Spósito y Wilson Pírez (hoy funcionario de Pro Fútbol, la empresa de Paolo Montero y Gustavo Méndez) lo acercaron a las formativas de Nacional. Llegó en 1998, pero la vida no le estaba deparando buenas cosas y el fútbol tampoco. Jugaba en la Séptima tricolor y había perdido la titularidad. A los 13 años parecía descarrilarse pero Wilson y José (los dirigentes que lo trajeron) lo pusieron en la senda correcta. Al ?Salta?, como lo llamaban en esa época, le gustaban los bailes. Es que Luis vivía

el duro trance de la separación de sus padres. La mamá, Sandra, trabajaba cuidando un niño, y su papá Rodolfo era portero en un edificio frente al Biguá. Luis vivió esa etapa junto a sus hermanos Diego (tenía 11), Maxi (15), Leticia (19), Giovana (21) y Paolo (23). Hubo un día clave para su

carrera, cuando se jugó una copa en Rivera y justo se lesionó Bruno Fornaroli, también salte-ño, y el técnico, que era Ricardo ?Murmullo? Perdomo, lo hizo jugar y Luis convirtió cuatro goles contra el San Eugenio (5-1). Al otro día Nacional ganó 5-0 a Oriental, con otros cuatro goles del ?Salta?. Desde entonces, no salió más del equipo titular. ?Perdomo me ayudó mucho, me decía que metiera, que no bajara la cabeza.También me aconsejaron el profe Rúben Rodríguez, Daniel Enríquez, y Mariano Ayerra, un dirigente de juveniles?, recuerda Suárez años después. Jugaba simultáneamente en Quinta, Cuarta y Tercera, y era goleador en las tres divisionales. Por la noche iba al liceo y su materia preferida era matemática.

Sandra Díaz, madre de Luis, recordó que ?cuando él tenía 6 años nos vinimos a vivir a Montevideo y comenzamos a buscar cuadro para que jugara. Me dijeron del Urreta, un cuadro cercano al Canal 5, en donde me dijeron que era toda gente de plata, y lo llevé. Quedó ahí y cuando llegué el técnico lo vio con 7 años correr y decidió dejarlo. En un partido amistoso en Lagomar me invitaron a que lo llevara y fue de suplente. El cuadro iba perdiendo 2 a 0 y en el segundo tiempo lo ponen y Luis hace los tres goles para ganar 3 a 2. Luego de ese equipo, donde estuvo dos años, producto de compañeros que teníamos en el equipo, nos invitaron a llevarlo a Nacional. Con 10 años fue a Nacional y ahí quedó hasta que salió el pase a Holanda. El jugó en Nacional desde los 10 años?. De aquellos tiempos, Luis guarda una anécdota que revela cómo fue siempre su personalidad: ?Hubo un partido que ganamos 3-0 contra Tacuarembó y yo no hice ningún gol, y después me puse a llorar en la ducha? estaba quemado?.

Su ídolo en el fútbol era su padre, Rodolfo, que jugaba de lateral derecho en el Deportivo Artigas de . Salto y en la Selección departamental. ^ Aunque I también ponía en un pedestal a su hermano Paolo, que jugaba en Basáñez, en 2003, cuando Luis estaba en las inferiores de Nacional. Con él aprendió mucho: ?Le copié un montón de cosas; cuando puedo lo voy a ver?, decía hace ocho años. En octubre de 2003 su novia Sofía se fue a vivir a Barcelona junto a sus padres. Luis ¡i quedó triste porque ella I era fundamental en su I vida. ?Ponete las pilas, 1 no dejes el liceo?, le I repetía casi a diario su I enamorada. Desde en-< tonces, el noviazgo pasó a ser vía mail. El año pasado Luis y Sofía se casaron en Holanda pero la ceremonia religiosa fue realizadaen Uruguay. Sofía y él fueron novios desde los 15 años de Luis y los 13 de ella. Continuaron la relación a lo lejos, cuando la familia de ella se fue a Barcelona. Luis Alberto Suárez, el héroe de la noche del martes en La Plata, mira hacia atrás y se confiesa: ?Tuve una etapa familiar muy dura por la separación de mis padres. Yo pasaba mucho tiempo en la casa de amigos… Era muy difícil concentrarse en uno mismo. A los 15 años me puse de novio y mi cabeza se dio vuelta. Me di cuenta de lo que era para mí el fútbol. Pero cuando Sofía se fue a vivir a España lo dejé de nuevo. Son errores que debo reconocer. Lo importante es que me di cuenta a tiempo de que tenía que concentrarme en este deporte hermoso?.

Dos veces dejó el fútbol, pero volvió, gracias a Sofía.

Con tan solo ocho goles marcados en la categoría Cadetes, una de las mayores promesas de las inferiores de Nacional tuvo que tomar la gran decisión de su vida. Su entrenador, ?Murmullo? Perdomo, le dio un ultimátum: ?O empezás a entrenarte y a centrar tu vida, o te vas de aquí?. Suárez entendió el mensaje. Su carrera en juveniles dio un giro hacia el éxito, de tal manera que a los 18 años debutó en Primera y en una temporada convirtió 12 goles, lo que le valió el salto a Groningen de Holanda, de allí a Ajax y luego al Liverpool inglés.

En plena recuperación, hasta se animó a decirle a su novia Sofía que se iba a dedicar de lleno al fútbol y que lo haría tan bien que ya no tendrían que preocuparse por el dinero.

 

El Día del Abuelo

Su abuela, Lila Píriz, lo llama ?Cheo?. Cuando se jugaba el Mundial, le había pedido como regalo del Día del Abuelo que hiciera un gol para ella y don Atasildo. Y ?Cheo? les regaló dos contra los coreanos, uno para cada uno. ? Yo le tenía una fe bárbara?, decía doña Lila. ?Cuando empataron los coreanos, el viejo se desanimó y yo le decía que el ?Cheo? la iba a embocar en cualquier momento porque él nunca se entrega. Atasildo, su abuelo, y Rodolfo, su padre, fueron integrantes del Ejército Nacional.

Lila Píriz y Atasildo Suárez, los abuelos paternos, tienen en el comedor una camiseta número 9 de la Selección, regalo de su nieto. Luisito le había obsequiado a don Atasildo una camiseta de Nacional, pero a doña Lila, como es manya, tuvo que darle la Celeste. Estos nonos tienen 22 nietos y 14 bisnietos.

 

Boda, hija y otras alegrías

Se casó con Sofía por civil en marzo de 2009 en Ámsterdam y el 26 de diciembre volvió a hacerlo, pero en Montevideo. La luna de miel la hicieron antes, en las islas Bora-Bora, en la Polinesia francesa. En agosto del año pasado jugó ante el PAOK griego y se tuvo que ir rápidamente del vestuario. Voló a Barcelona: allí, su mujer estaba por dar a luz. El salteño presenció el parto (?es algo inolvidable, nunca imaginé que fuera

algo tan lindo, ver nacer a mi hija es algo que nunca voy a olvidar?). Y fue padre de Delfina. ?Lo que más disfruto de mi hija es verla cuando se despierta. Siempre está recontenta y nos mira y se le ilumina la carita. Son momentos que disfruto mucho. Cosas que no imaginaba?.

 

Encapuchado

El futbolista Albert Luque, que coincidió con él en 2009 en el conjunto holandés, siempre cuenta: ?Ahora somos muy amigos?. Esa explicación viene a cuento cuando se le recuerda la tarde en que terminaron un partido a las trompadas. Esa pelea quedó en el pasado y se encuentran cada dos por tres en Barcelona, junto a la familia de Sofía. Cuando Albert Luque, el español que era compañero de equipo, se fue para España, le dejó las bicicletas de su señora y él. Desde entonces, Luis y Sofía empezaron a pedalear por las calles holandesas, pero claro, para que la gente no lo reconociera debía encapucharse.

Aunque le gustaba mucho vivir en Ámsterdam, el ?Salta? reconocía que las diferencias entre su nuevo equipo y el Groningen eran grandes. Los vestuarios, que tienen una enorme piscina de hidromasaje, son de las cosas que más sorprendieron al delantero. Aunque no siempre todo es más sencillo en el primer mundo: ?Hay una cosa que extraño. En Nacional el utilero era el que se ocupaba de la ropa y de limpiar los zapatos; en cambio acá tenemos que hacerlo nosotros. Si viajamos, ten
és que armarte tu bolso con todas tus cosas: los zapatos, las canilleras, las remeras, todo lo que vayas a usar?, relataba. En enero de este año Liverpool lo contrató por 26,5 millones de euros. En julio del año pasado fue considerado por la Iffhs como el máximo goleador del mundo. En julio de 2011 se convirtió en héroe nuevamente, al convertir los goles que pusieron a la Celeste en la final de América. Otra vez héroe, como aquella noche ante Ghana, cuando pasó a la historia metiendo sus manos.

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